Los ganaderos de la comarca de A Limia estudian crear patrullas de vigilancia nocturna para evitar los robos de ganado que se están produciendo en la zona.
En concreto, en la madrugada de ayer se produjo la tercera sustracción de terneros en una granja de la comarca, en concreto, en Damil (en el concello de Xinzo da Limia). Roberto Blanco, hijo del propietario, indica que los cuatreros rompieron las verjas y forzaron las puertas para entrar a la nave y llevarse 14 cabezas, animales de siete meses-próximos ya a la edad idónea para la venta al mercado- y criados conforme al sello de 'Ternera gallega'. Cada una de las reses tiene un valor aproximado de 1.000 euros, lo que en este caso supone unas pérdidas de 14.000 euros.
Blanco añade que los ganaderos de la zona creen que podría tratarse de una red organizada, ya que en poco más de dos meses se han producido robos similares en otras dos granjas muy próximas, una situada en Vilariño das Poldras (Sandiás) y la otra en Morgade (Xinzo), y en los que se habían llevado prácticamente el mismo número de animales (13 en cada ocasión).
Las sustracciones se produjeron de madrugada en granjas alejadas de zonas de viviendas, por lo que los ganaderos consideran que los ladrones tienen conocimiento de la zona. Indican, asimismo, que podrían tener más colaboradores, ya que las reses llevan una placa identificativa incrustada en las orejas.
Todos los afectados han puesto denuncia en la Guardia Civil, que está realizando investigando los hechos y, además, está cruzando datos con la Guardia Nacional Republicana de Portugal (GNR) ante la sospecha de que las reses se puedan llevar a mataderos del país vecino.
Blanco añade que los ganaderos de la zona creen que podría tratarse de una red organizada, ya que en poco más de dos meses se han producido robos similares en otras dos granjas muy próximas, una situada en Vilariño das Poldras (Sandiás) y la otra en Morgade (Xinzo), y en los que se habían llevado prácticamente el mismo número de animales (13 en cada ocasión).
Las sustracciones se produjeron de madrugada en granjas alejadas de zonas de viviendas, por lo que los ganaderos consideran que los ladrones tienen conocimiento de la zona. Indican, asimismo, que podrían tener más colaboradores, ya que las reses llevan una placa identificativa incrustada en las orejas.
Todos los afectados han puesto denuncia en la Guardia Civil, que está realizando investigando los hechos y, además, está cruzando datos con la Guardia Nacional Republicana de Portugal (GNR) ante la sospecha de que las reses se puedan llevar a mataderos del país vecino.
