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La toxicomanía vuelve a rebajar la pena a un hombre agresivo

Los hechos sucedieron en un taller de O Barco, en septiembre de 2017, cuando el acusado comenzó a golpear con un hierro al dueño del negocio

El Juzgado Penal 2 impuso dos años de prisión por un delito de lesiones agravadas a Jacobo G.C., el barquense que en 2013 fue condenado por la Audiencia a cuatro años de cárcel por intentar matar a su novia. Como en aquella ocasión, la toxicomanía que padece le rebajó a pena a su grado mínimo al reconocer la jueza una atenuante de drogadicción.

La condena hace alusión al proceder del inculpado el 22 de septiembre de 2017 cuando acudió al taller VIP de la avenida de la Diputación de O Barco. Allí cogió un hierro y comenzó a golpear por todo el cuerpo al dueño, J.R.F., quien se recuperó tras 108 días impeditivos.

Jacobo G.C, según la versión del denunciante, se presentó en el taller en muy mal estado (con espuma en la boca) tras dejar su coche en la mitad de la carretera. Los golpes comenzaron cuando el perjudicado no quiso darle los 50 euros que le pedía. Pese a que el encausado negó los hechos -dijo que no había estado en ese taller-, la magistrada descarta que las lesiones fueran accidentales así como el hecho de que "el denunciante decida achacarle falsamente el origen de las lesiones a quién realmente no se las causó, dejando impunes a los verdaderos autores de esta brutal agresión".

Pero, además, hubo testigos presenciales: la mujer que aseguró que vio al dueño del taller y al acusado forcejear. No obstante, la jueza habla de una agresión unilateral porque Jacobo no denunció ninguna lesión. Además, la mujer de la víctima tuvo que intervenir para que dejase de pegar a su marido.

El acusado no podrá acercarse a la víctima a menos de 100 metros durante dos años y deberá abonarle 6.193 euros.

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