La unidad se articula ahora en una zona de enfermos coronarios y con marcapasos y otra polivalente

La UCI del Complexo Hospitalario especializa la atención a los pacientes al dividirse en áreas

Imagen de la UCI, ubicada en el edificio Xeral del Complexo Hospitalario de Ourense.
La UCI del Complexo Hospitalario de Ourense tendrá -posiblemente desde hoy- dos zonas de atención a los pacientes completamente diferenciadas. Por un lado estará la de patologías coronarias, que incluye también los pacientes con marcapasos, y por el otro, una zona polivalente para el resto de patologías. De esta forma se pretende ‘una mayor especialización en la atención al paciente’, según el responsable de esta unidad. Esta diferenciación ha requerido obras y también dotación de material.
El Complexo Hospitalario de Ourense culminará hoy la unificación de la Unidad de Cuidados Intensivos, iniciada hace aproximadamente un año al trasladar la del hospital Santa María Nai al Cristal. ‘Al fusionarlas, disminuye el coste de los procesos, de material, no hay que tener cosas duplicadas y ello permite hacer una inversión tecnológica muy importante y de infraestructuras. Aumentó la política de recursos humanos a 18 médicos, que es una de las más numerosas de Galicia, y se aumentó también el número de enfermeras, a partir de ahora en cinco, con lo cual trabajan en la unidad unas 110 personas con un volumen de enfermos muy importante’, explica Emilio Rodríguez, jefe de la UCI.

El último paso ha sido dividir diferentes patologías en zonas de atención, de forma que la coronaria estará dedicada exclusivamente a este tipo de enfermos y la zona polivalente, al resto de patologías. No en vano, ‘la patología coronaria y la cardíaca crítica suponen un volumen muy importante en nuestra unidad, más del 50%, y a eso hay que añadir los marcapasos, que son entre 250 y 300 al año, y otras técnicas que se hacen dentro de la unidad. Es decir, lo que se trata ahora es de especificar un poco las asistencias’, añade Rodríguez. Esta zona de la UCI trabajará ‘al alimón’ con la unidad de hemodinámica, que pronto estará en marcha.

Con esta estructura de la UCI, para la que ha sido necesario efectuar obras de infraestructuras que dividan las dos áreas de atención, se logra ‘una mayor especialización en la atención al paciente y, obviamente, la capacidad de progresión más rápido en todo lo que es la asistencia a todos los niveles’, afirma Rodríguez. Además de los trabajos se ha llevado a cabo una dotación de material informático, monitorio y ‘todo lo que es para vigilancia del paciente críticamente enfermo’, concluye el jefe de la unidad.

LOS CAMBIOS

Redistribución de los espacios

Las obras han permitido redistribuir los espacios de la UCI y aumentar el de los pacientes polivalentes, ‘que necesitan más que los coronarios’, explican fuentes del CHOU. El servicio cuenta ahora con ocho camas de coronaria y 12 de polivalente, aunque pueden llegar a ampliarse a dos más. Aunque desde hace aproximadamente un año las UCI del Santa María Nai y el Cristal están unificadas en este último edificio, ‘a niveles informáticos funcionábamos como dos unidades, aun siendo un único servicio’, afirman las mismas fuentes. La plantilla de enfermería en la UCI era de 39 enfermeras -a las que se sumarán cinco más- y 30 auxiliares, divididas administrativamente hasta hace unos días entre las que procedían del Nai y las del Cristal.

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