Los pequeños talleres ourensanos cuestionan la falta de apoyo ante la crisis que sufren

La UE financia la formación de parados del sector textil

Trabajadoras en las instalaciones de un taller textil ourensano. (Foto: Miguel Angel)
La Comisión Europea aprobó ayer conceder 1,8 millones de euros del Fondo de Adaptación a la Globalización para ayudar a recolocar a 500 trabajadores del sector textil en Galicia, que han perdido sus empleos como consecuencia de la crisis económica.
El Ejecutivo comunitario responde así a una solicitud de ayuda enviada por las autoridades españolas que afectaba a más de 700 trabajadores de 82 empresas, que todavía debe ser ratificada por la Eurocámara y por los 27 países miembro para liberar los fondos con los que se pretende financiar medidas como la orientación profesional, la formación, el reciclaje o la movilidad. Ninguna empresa recibirá dinero, sino que se destinará directamente a la formación de los trabajadores.

El despido de empleados en la confección de prendas de vestir tuvo un impacto 'considerable' a nivel local y agravó la situación de desempleo en Galicia, según reconoció el comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Andor, quien anunció ayer esta medida. En este sentido, Andor señaló que la crisis causó la pérdida de más de 32.700 empleos en el sector manufacturero gallego, dentro del cual las industrias textiles fueron las más afectadas, con 4.414 puestos perdidos entre 2007 y 2009.

Este programa incluye también a trabajadores de Ourense, si bien la UE no precisó el número de beneficiarios por provincias, aunque sí que la mayoría de empresas beneficiarias estarán en A Coruña y Pontevedra. Desde la Asociación de Talleres Textiles de Ourense (Atacio) no tenían constancia ayer de esta resolución, si bien señalaban que el sector ha perdido muchos puestos en los últimos dos años (según sus datos, han cerrado una veintena de empresas, con unos 300 trabajadores, la mayoría mujeres y con una edad media por encima de los 40 años).

Desde Atacio precisaban que el sector sigue en una situación crítica, ya que sigue cayendo el trabajo y el precio que reciben por la producción, lo que pone en peligro la viabilidad de las empresas que persisten. Critican, asimismo, que no existe ninguna ayuda pública para apoyar a este sector en crisis, mientras sí se vuelcan en otros, como la automoción o el eólico.

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