Al PP no le gusta el giro que el gobierno municipal ha dado a la Casa da Maxia, hoy ampliación del centro cívico de Colón. Por eso, el portavoz, Rosendo Fernández, y la concejala Belén Iglesias comparecieron públicamente ayer para alertar de que 'pon en marcha unha ludoteca municipal sen contar coa autorización administrativa pertinente da Xunta de Galicia', señaló Iglesias. La edil popular considera que el Concello incumple así el decreto de la Consellería de Traballo que regula el régimen de registro, autorización e inspección de servicios sociales de Galicia.
La visión de la concejala de Benestar, la socialista Marga Martín, es diferente. Según sostiene, la instalación no requiere de autorización de la Xunta porque no se trata propiamente de una ludoteca, como la de Vasco da Ponte (que sí tiene permiso), sino que acogerá 'as actividades para nenos que xa se viñan desenvolvendo tódolos sábados pola mañá neste centro cívico (de Colón), e que agora se farán tamén de luns a venres neste novo edificio multiusos'.
Además del permiso de la ludoteca, el PP cuestiona también el cambio de uso de la Casa da Maxia por considerar que 'manter o nome do proxecto inicial non significa respectar dito proxecto, e aquí temos unha proba máis que evidente. Deberían explicar se este cambio de chaqueta pon en perigo a subvención concedida', dijo Rosendo Fernández. Y es que los 380.000 euros que el Plan Urban dedicó a la rehabilitación del edificio fueron solicitados para el proyecto de Casa da Maxia.
'SEMPRE FOI UN CENTRO CÍVICO'
El riesgo de tener que devolver la subvención no es tal para la concejala socialista Marga Martín, que dice que el edificio, concebido para escuela de magia, 'sempre foi un centro cívico'. Así, la edil se remite al cartel de la entrada del edificio, que 'leva alí varios anos e xa pon centro cívico Casa da Maxia, así que non imos ter ningún problema'.
Además del permiso de la ludoteca, el PP cuestiona también el cambio de uso de la Casa da Maxia por considerar que 'manter o nome do proxecto inicial non significa respectar dito proxecto, e aquí temos unha proba máis que evidente. Deberían explicar se este cambio de chaqueta pon en perigo a subvención concedida', dijo Rosendo Fernández. Y es que los 380.000 euros que el Plan Urban dedicó a la rehabilitación del edificio fueron solicitados para el proyecto de Casa da Maxia.
'SEMPRE FOI UN CENTRO CÍVICO'
El riesgo de tener que devolver la subvención no es tal para la concejala socialista Marga Martín, que dice que el edificio, concebido para escuela de magia, 'sempre foi un centro cívico'. Así, la edil se remite al cartel de la entrada del edificio, que 'leva alí varios anos e xa pon centro cívico Casa da Maxia, así que non imos ter ningún problema'.
