El Concello de Ourense, según precisó ayer, estima en 150.000 euros el desembolso que tuvo que realizar el pasado año para hacer frente al vandalismo
En el conjunto de la provincia, el pasado año subieron los robos con fuerza en domicilios (por su incidencia en el ámbito rural) y los delitos de daños (828 denuncias), por su repecusión en el urbano. La ciudad fue el ámbito geográfico en el que hubo más daños: 487 casos (+18,5%) de los que 187 fueron leves (desperfectos que no sobrepasaron los 400 euros).
La Policía Nacional significa la actuación en 2016 de un grupo de tres adolescentes (dos están ahora en ingresado en un centro de menores) que se dedicaban a robar en el interior de vehículos o simplemente causaban destrozos, apalancando el marco de la ventanilla."Salían por las noches y hacían calles enteras, con seis o siete coches", comentan fuentes policiales.
Asimismo, fue un año con "muchas denuncias del Concello por daños en sus parques públicos" y partes "de comunidades de vecinos alusivos a deslucimiento de bienes inmuebles" (pintadas, buzones con destrozos, daños con extintores...).
El Concello de Ourense, según precisó ayer, estima en 150.000 euros el desembolso que tuvo que realizar el pasado año para hacer frente al vandalismo. Es una valoración aproximada ya que no le consta un único inventario. Fueron varios los servicios afectados: medio ambiente, mobiliario, limpieza, servicio eléctrico. Hasta el cableado de las farolas, por su preciado cobre, se vio afectado.
El portavoz del Gobierno municipal, José Araújo, asegura que los vándalos "representan unha porcentaxe moi pequena da poboación , pero altamente destrutiva ,que se comporta dun xeito moi incívico". Según valora, los destrozos no sólo cuestan dinero al erario sino que detraen personal del Concello para acometer las reparaciones.
