Dos vecinas y un ascenso

Dos equipos ourensanos, Bosco y Campus, afrontan mañana el primero de los dos peldaños que deben superar para lograr el ascenso a Primera Nacional Femenina. En el caso del equipo de Salesianos incluye dos partidos el mismo día y como “regalo” una fase final en las mismas fechas de un equipo júnior con el que comparten entrenadora y cinco de sus jugadoras. Pero eso es otra historia. Nacary Rojas dirige a un Bosco especialmente joven, pero con calidad e igual de ambicioso que cualquiera de los implicados en esta fase final. Su primer rival, el Porriño: “No tenemos el objetivo de ascender por obligación, pero queremos llegar hasta donde nos lleve nuestro baloncesto y estamos convencidas de que puede ser muy lejos. Tenemos que ser fieles a nuestro juego de presión en defensa y alegres en ataque”. Enfrente, un equipo con precedentes parejos: “Ganamos los dos partidos, el primero con tres prórrogas y el segundo dominando más, pero también igualado”. A las diez y media de la mañana se encargarán de alzar el telón de la fase en el pabellón de Fontecarmoa, en Vilagarcía. Si ganan el partido de los cuartos de final las esperarán a primera hora de la tarde el Baxi Ferrol. “Hay que pensar en el primer partido y en hacer nuestro trabajo, luego ya veremos qué pasa si jugamos por la tarde”. Directo a semifinales El Campus de Josep Pacreu se impuso en la liga y se “ahorra” el primer partido. Las universitarias estarán atentas a lo que ocurra por la mañana entre Maristas de A Coruña y el anfitrión Vilargarcía para saber cuál es su rival. “A un partido puede pasar cualquier cosa y eso lo tenemos claro para nuestro encuentro”, dice el entrenador. Pero tiene favorito: “Vilagarcía ha pedido la fase porque quiere ascender. Es un equipo con línea exterior y también con pívots importantes”. Al margen del rival que toque, el Campus se centra en hacer bien su trabajo. Ha demostrado durante la temporada que es capaz de ganar a cualquiera: “Es nuestro primer año juntas y creo que nos costó un poco conocernos, pero desde mitad de temporada en adelante creo que hemos mejorado mucho. Hemos empezado a jugar realmente como un equipo y a jugar mucho mejor”. La defensa es el mejor argumento de un Campus que la campaña pasada prefirió no salir a competir por la pandemia, pero que esta campaña está haciendo un gran año con una mezcla de “veteranas” como Bárbara Lamelo y jugadoras más jóvenes: “Somos un equipo competitivo y estamos convencidas de que vamos a dar mucha guerra. No tenemos miedo a ningún equipo, respetamos a todos, pero sin miedo y con muchas ganas”. La cita para el Campus será a las seis y media de la tarde y la victoria las llevaría al próximo fin de semana a una final de la que saldría el único billete que otorga el ascenso de categoría: “Eso no podemos ni pensarlo. Vamos con la idea solo en este partido, que sea cual sea será muy complicado, y si lo ganamos ya veremos cómo estamos y contra quién jugamos”. El baloncesto femenino ourensano tiene la opción de una final entre vecinos y garantizar un ascenso que sirva para empezar a recuperar parte del terreno perdido. El Campus necesita una victoria y el Bosco Salesianos dos. Domingo para ilusionarse con ellas en la cancha de Fontecarmoa. Suerte para los dos.