El fin de la temporalidad veraniega ha dejado 30 desempleados más, hasta la cifra total de 20.601
Septiembre ha sido un mes plano desde el punto de vista laboral ya que el número de personas en paro apenas se ha movido en relación al mes de agosto, con lo que la estacionalidad veraniega se prolonga un mes más. Al finalizar septiembre había 20.601 desempleados en la provincia, 30 más que un mes antes, aunque la diferencia interanual es positiva en 448 personas, con un descenso del 2,13%. La construcción y el sector servicios, con una bajada de 72 y 22 desempleados, respectivamente, logran detener la deriva negativa de la agricultura y la industria, que perdieron 46 y 51 empleos. Al paro llegaron también 27 personas del colectivo sin empleo anterior.
Tampoco la Seguridad Social ha cerrado un buen mes, dejándose por el camino 173 afiliados, aunque la tasa interanual sigue en positivo, con 712 cotizantes más que hace un año, hasta elevar el cómputo total hasta los 102.629.
Uno de los escasos apuntes positivos que nos deja el mes de septiembre está en el incremento del número de contratos en relación al mes de agosto. Durante ese periodo se formalizaron 7.854 relaciones laborales, 478 más que el mes anterior, una tasa positiva que en Galicia solo suscribe Pontevedra. Aún así el punto débil sigue siendo la alta temporalidad ya que únicamente se hicieron 696 indefinidos, aunque es un 13,36% de incremento sobre los que se hicieron en septiembre del año pasado y un 32% más en relación a los firmados en agosto.
Desde comienzo de año se hicieron 58.083 contratos, de los que el 9,55% (5.559) son indefinidos, por lo tanto quedan un 90,45% que han sido temporales, es decir, 52.534. Eso sí, Ourense es la provincia gallega donde los empresarios más han apostado por la estabilidad en el empleo ya que el porcentaje de indefinidos desde enero ha sido del 9,55% frente al 8,63% de A Coruña; el 9,11% de Lugo o el 6,37% de Pontevedra; incluso que la media gallega, que fue del 7,85%.
PRESTACIONES
Por lo que respecta a las prestaciones, menos de la mitad de los ourensanos en espera de empleo tienen derecho a cobrarlas. De los 20.601 inscritos, 9.944 reciben algún tipo de prestación; lo que supone un 48,2% del total. La pensión contributiva se abona a 3.851 personas, mientras que el subsidio es para 4.762; el cobro de la renta activa de inserción le corresponde a 1.112 personas y 219 están inscritas en el programa de activación de empleo.
Los fondos públicos drenaron 7,5 millones de euros para pagar la nómina de los parados en Ourense, con la pensión contributiva como la cuantía más elevada, al sumar 4,4 millones. Le sigue el subsidio de desempleo, que supone 2,4 millones, mientras que la renta activa de inserción ha supuesto 486.000 euros y 96.000 euros se dedican al programa de activación de empleo.
La cuantía media de lo que cobra un parado en Ourense es de 717 euros, entre las más bajas de España. La percepción, que está relacionada con la base de cotización de cuando el trabajador estaba en activo, únicamente la empeora Cáceres (688 euros) y Badajoz (691). Los que más cobran son los de Baleares y Navarra (866 euros).
Las tasas interanuales son positivas en Galicia y el resto de España
El número de parados subió en 2.932 personas en Galicia, lo que supone un incremento del 1,62%, hasta situar el total en 184.057. Con todo, el dato es inferior en 10.279 personas al del mismo mes de 2016, lo que representa una caída del 5,29%. Por comunidades, el crecimiento del desempleo gallego en septiembre con respecto a agosto es el séptimo en términos relativos y el sexto en absolutos. El desempleo cayó únicamente en la construcción, que experimentó un descenso de 483 parados, hasta 17.433. Del lado contrario, el paro creció en servicios en 2.616 personas, hasta 122.537; y también en la agricultura, con 360 más, hasta 6.441; y en la industria, con 305 más, hasta 21.240.
En el conjunto de España, el aumento fue en 27.858 desempleados (+0,8%), su mayor alza en este mes desde 2012, cuando se registraron 79.645 parados más. Ahora hay 410.182 desempleados, su nivel más bajo de los últimos ocho años.
