Camino de Santiago

La Vía da Plata se vacía a causa de las restricciones

OURENSE 13/12/2020.- Albergue de peregrinos en la calle Barrera.  José Paz
photo_camera El albergue de la ciudad, rodeado de obras desde hace varios días. (FOTO: José Paz)
En noviembre, solo 30 peregrinos utilizaron esta ruta a Compostela

La pandemia frustró la llegada masiva de peregrinos en este 2020, antesala del Año Xacobeo. En marzo, la crisis obligó al cierre del Camino de Santiago, que recuperó cierta normalidad a partir del mes de julio. Con la llegada del otoño, y de las sucesivas restricciones de movilidad, las estadísticas volvieron a caer.

La Vía da Plata, principal camino que atraviesa la provincia ourensana, contó 30 peregrinos durante el mes de noviembre, según datos de la Oficina del Peregrino. En octubre fueron 140 y en septiembre, 206. La comparación con el año pasado da cuenta de la afectación del covid: en noviembre de 2019 fueron 264 los caminantes que escogieron esta vía, en octubre, 884 y en septiembre, 761. "Houbo moita xente que deu volta cando empezaron a pechar concellos, grupos de ata 18 persoas que deron a volta xa en Castela e León, segundo nos informaron os albergues de alí", explica Roberto López, del Rincón del Peregrino, en Alberguería. Por ahora, su albergue permanece cerrado, ante la escasa afluencia de caminantes. "Seguimos co bar, pero bueno, os últimos peregrinos pasaron o 21 de novembro", explica López. 

Otros albergues también han optado por bajar la persiana mientras la situación no mejora. "É que peregrinos non se ven pasar, e ao final íamos perder máis abrindo que pechando", aseguran desde Casa da Rosario, en Campobecerros. 

En la ciudad, el albergue de la calle Barreira no llegó a abrir tras la primera ola del virus, pese a las peticiones de los peregrinos, que se veían obligados a continuar la etapa o a pernoctar en un hostal.

Orlando Torres, encargado del albergue de Cea, sí mantiene abierto el establecimiento, pero reconoce el poco éxito de los últimos meses. "Non hai ninguén, entre as restricións, o medo polo covid e o mal tempo...", asegura. Las esperanzas están puestas en el próximo año y en la recuperación tras la llegada de las vacunas.

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