El Plan de suelo residencial fija la acción en Rabo de Galo, San Francisco y Seixalbo, con aval municipal

La Xunta prevé dotar a la ciudad de 4.500 viviendas protegidas en los próximos 10 años

La Consellería de Vivenda puso sobre la mesa del Concello de Ourense un plan a 10 años que dejará 4.500 vivendas protegidas en la ciudad repartidas entre Rabo de Galo, San Francisco (entorno de la carretera de A Granxa) y Seixalbo, de las que 3.000 se harían ya en el quinquenio 2008-2013. Desde la institución municipal respaldaron esta propuesta en tanto que permite poner vivienda pública en el mercado y, además, lo hace en tres áreas que están en sintonía con la expansión urbanística de la ciudad.
Tres mil viviendas de promoción pública en cinco años y hasta 4.500 en una década. Con esta propuesta bajo el brazo se presentó ayer el director xeral de Vivenda, Daniel Pino, en el Concello de Ourense donde mantuvo un encuentro con los dirigentes municipales para analizar las propuestas de la Consellería sobre zonas de intervención en materia de vivienda pública para la ciudad.

Esta actuación se enmarca dentro del Plan Sectorial Galego de Solo Residencial en el que trabaja la Consellería y en el que se estudiaron las necesidades de vivienda que se presentan en Galicia de cara a los próximos 10 años: 250.000, de las que 45.000 serían viviendas de protección. El Plan Sectorial, que cubrirá el 20 por ciento de esas necesidades, fija para el área de Ourense la promoción de 4.500 viviendas protegidas a desarrollar dos tercios (unas 3.000) en el primer quinquenio (2008-2013) y las restantes en el segundo quinquenio, según explicó el propio Daniel Pino. Vivenda localiza el suelo residencial público en las zonas de Rabo de Galo, San Francisco y Seixalbo que fueron respaldadas por el Concello (tanto desde Urbanismo como desde Vivenda) dado que estas tres áreas están en sintonía con los parámetros de expansión urbanística de la ciudad.

Así, la actuación en Rabo de Galo permitiría completar el proyecto ya existente de una urbanización de 700 viviendas públicas además de servir para actuar también sobre la ronda bulevar en comunicación con A Valenzá (Barbadás), según resaltaron tanto el teniente de alcalde, Alexandre Sánchez, como la edil de Urbanismo, Áurea Soto (el alcalde, Francisco Rodríguez, se ausentó tras la reunión).

Planificación


Por su parte, la intervención en Seixalbo (terrenos de Benposta) permitirá dar soluciones a los viales de entrada y salida al pueblo y la consecuente planificación de los terrenos que queden entre viales.

La tercera intervención ocupará terrenos en la zona de San Francisco (en torno a la carretera de A Granxa) en una prolongación hasta Montealegre que enlazaría con el proyecto municipal de construcción de un jardín botánico, ‘unha zona estratéxica sobor da que a Tenencia xa lle tiña plantexado á Consellería a necesidade dunha urbanización completa’, tal y como indicó Sánchez Vidal.

En este sentido, Áurea Soto puntualizó que esta actuación dentro del Plan Sectorial de Vivenda ‘resulta interesante para desarrollar e ir regenerando ciudad en Mariñamansa y con las zonas que van a quedar liberadas del recorrido del AVE que sale de la ciudad’.

Ambos coincidieron en destacar que este plan permite blindar actuaciones en materia de vivienda frente a los avatares del Plan Urbanístico de Ourense.

Un plan finalizado en febrero

El Plan Sectorial Galego de Solo Residencia se presenta como una herramienta con la que la Consellería de Vivenda, que gestiona el BNG, prevé ordenar el territorio y desarrollar suelo residencial público en los municipios en los que detecte esa necesidad en sintonía entre Xunta y concellos. Según explicó el teniente de alcalde, Sánchez Vidal, las previsiones de la administración autonómica es que en septiembre esté finalizado el estudio técnico del plan y que en febrero se cierre ya totalmente el planeamiento, que, según manifestó, ‘non vale a nós como planeamento municipal’. El nacionalista mostró su satisfacción por esta iniciativa dado que ‘mesmo supera o noso compromiso eleitoral de acadar 2.000 vivendas protexidas en catro anos’.

El director xeral de Vivenda, Daniel Pinto, destacó que ‘algo bo se saca destra crise e é que devolve a racionalidade e o sentido común de que a vivenda non sexa un producto máis de intercambio de mercado senon un ben de primeira necesidade’.

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