Las camisetas con símbolos celtas y referencias al Camino son el nuevo objeto de deseo del turista que visita Santiago de Compostela, atrás quedan los tradicionales recuerdos como las vieiras, las meigas o los botafumeiros.
Así lo señalan diversos encargados y dependientes de tiendas de recuerdos de Compostela consultados por Efe cuando indican que la camiseta de algodón ha logrado desbancar en ventas a productos clásicos en la lista de recuerdos compostelanos como el bastón de peregrino o las figuras del Apóstol.
Precisamente las camisetas han hecho mundiamente famosa a la cadena de establecimientos 'Taller das Meigas', que comenzó a comercializar esta prenda con diseños celtas y dibujos de petroglifos a través de la marca Raíces.
Mike Stetson, propietario de las tiendas, considera que fueron 'pioneros en ofrecer un souvenir distinto' a los turistas y destacó el éxito de modelos que se han convertido en 'clasicos' como el que recoge la conjugación del verbo 'falar' (hablar), que han llegado a comprar 'docentes de Gallego que se encuentran en el exterior'.
Stetson, que reserva dos o tres meses en invierno para crear nuevos diseños, indica que en la página web que están creando, se colgarán las 'fotos de diferentes lugares del mundo en los que los clientes aparecen con una camiseta de la firma'.
Este argentino afincado en Santiago de Compostela pretende seguir innovando con la marca Moucho Marx, que incluye entre sus propuestas para este año un diseño en la que Audrey Hepburn toma 'chocolate con churros', que se ha convertido en 'un éxito', aseguró.
El propietario de 'Taller das Meigas', explica que sus establecimientos son también tiendas de regalo, pues 'somos demasiados comercios y tienes que hacer milagros para sobrevivir'.
Los empresarios del mundo del 'recuerdo' aseguran que es difícil sobrevivir en momentos de crisis económica, cuando el viajero mira más el euro y disminuyen las ventas, e indican que este año, pese a las cifras oficiales, los turistas ya no peregrinan en masa por el casco histórico y se gastan menos.
Marisol Segade, una vendedora de la tienda Andaina, explica que ahora el turista 'compra cosas más baratas', frente a los '50 o 60 euros' que gastaban de media el pasado año en recuerdos para sus familiares y amigos.
María del Carmen, dependienta de Vergel, indica que se ha notado 'un bajón aproximado de un 30 por ciento en las ventas' de recuerdos y que los compradores prefieren souvenirs 'pequeños' como una concha de peregrino o una cruz de Santiago.
Ricardo Docobo, que regenta una de las tiendas más antiguas de la ciudad, argumenta que los clientes ahora 'miran mucho lo que compran' y asegura que el turista tiene otra visión de las vacaciones ya que 'antes los visitantes no salían de Santiago, ahora vienen a disfrutar del mar'.
La tienda de recuerdos Docobo, que cuenta con 60 años de tradición, es un referente para los ciudadanos y turistas de Santiago de Compostela, que se detienen en su escaparate para curiosear los pequeños carteles explicativos de los objetos expuestos, pequeños recuerdos y retales de historia de la capital gallega.
La idea de 'los cartelitos' partió de mi padre, explica a Efe Ricardo Docobo. 'Había mucha gente que entraba en la tienda preguntando: ¿para qué sirve?'. Entonces, creyó que se podría 'facilitar en dos líneas la información necesaria para identificar los objetos'.
Este modo de mantener las tradiciones familiares se ha convertido en 'un reclamo' y una seña de identidad para esta tienda que conserva el encanto de sus primeros años, pues en el suelo se puede leer el paso del tiempo a través de los pequeños surcos de sus azulejos con motivos verdes.
Los dependientes de este tipo de tiendas se convierten en ocasiones en improvisados guías, que explican a los visitantes quienes fueron las Marías, dos mujeres muy conocidas en Compostela y a las que Docobo, confiesa, 'tenía cierto respeto' de pequeño y que ahora se han convertido en un recuerdo más de la ciudad con las reproducciones en miniatura de las estatua que adorna la Alameda.
Respecto a los productos preferidos por los pequeños de la casa, Docobo señala que los niños en día piden a sus padres 'bolígrafos o cosas que puedan utilizar en el ordenador' y Marisol Segade, de la tienda Vergel, indica que prefieren las camisetas.
Las tendencias en el sector de los recuerdos turísticos, como en la moda, van cambiando: los niños ya no quieren gaitas y las camisetas son el nuevo 'must have' o el número uno del 'top ten' de los recuerdos turísticos.
Precisamente las camisetas han hecho mundiamente famosa a la cadena de establecimientos 'Taller das Meigas', que comenzó a comercializar esta prenda con diseños celtas y dibujos de petroglifos a través de la marca Raíces.
Mike Stetson, propietario de las tiendas, considera que fueron 'pioneros en ofrecer un souvenir distinto' a los turistas y destacó el éxito de modelos que se han convertido en 'clasicos' como el que recoge la conjugación del verbo 'falar' (hablar), que han llegado a comprar 'docentes de Gallego que se encuentran en el exterior'.
Stetson, que reserva dos o tres meses en invierno para crear nuevos diseños, indica que en la página web que están creando, se colgarán las 'fotos de diferentes lugares del mundo en los que los clientes aparecen con una camiseta de la firma'.
Este argentino afincado en Santiago de Compostela pretende seguir innovando con la marca Moucho Marx, que incluye entre sus propuestas para este año un diseño en la que Audrey Hepburn toma 'chocolate con churros', que se ha convertido en 'un éxito', aseguró.
El propietario de 'Taller das Meigas', explica que sus establecimientos son también tiendas de regalo, pues 'somos demasiados comercios y tienes que hacer milagros para sobrevivir'.
Los empresarios del mundo del 'recuerdo' aseguran que es difícil sobrevivir en momentos de crisis económica, cuando el viajero mira más el euro y disminuyen las ventas, e indican que este año, pese a las cifras oficiales, los turistas ya no peregrinan en masa por el casco histórico y se gastan menos.
Marisol Segade, una vendedora de la tienda Andaina, explica que ahora el turista 'compra cosas más baratas', frente a los '50 o 60 euros' que gastaban de media el pasado año en recuerdos para sus familiares y amigos.
María del Carmen, dependienta de Vergel, indica que se ha notado 'un bajón aproximado de un 30 por ciento en las ventas' de recuerdos y que los compradores prefieren souvenirs 'pequeños' como una concha de peregrino o una cruz de Santiago.
Ricardo Docobo, que regenta una de las tiendas más antiguas de la ciudad, argumenta que los clientes ahora 'miran mucho lo que compran' y asegura que el turista tiene otra visión de las vacaciones ya que 'antes los visitantes no salían de Santiago, ahora vienen a disfrutar del mar'.
La tienda de recuerdos Docobo, que cuenta con 60 años de tradición, es un referente para los ciudadanos y turistas de Santiago de Compostela, que se detienen en su escaparate para curiosear los pequeños carteles explicativos de los objetos expuestos, pequeños recuerdos y retales de historia de la capital gallega.
La idea de 'los cartelitos' partió de mi padre, explica a Efe Ricardo Docobo. 'Había mucha gente que entraba en la tienda preguntando: ¿para qué sirve?'. Entonces, creyó que se podría 'facilitar en dos líneas la información necesaria para identificar los objetos'.
Este modo de mantener las tradiciones familiares se ha convertido en 'un reclamo' y una seña de identidad para esta tienda que conserva el encanto de sus primeros años, pues en el suelo se puede leer el paso del tiempo a través de los pequeños surcos de sus azulejos con motivos verdes.
Los dependientes de este tipo de tiendas se convierten en ocasiones en improvisados guías, que explican a los visitantes quienes fueron las Marías, dos mujeres muy conocidas en Compostela y a las que Docobo, confiesa, 'tenía cierto respeto' de pequeño y que ahora se han convertido en un recuerdo más de la ciudad con las reproducciones en miniatura de las estatua que adorna la Alameda.
Respecto a los productos preferidos por los pequeños de la casa, Docobo señala que los niños en día piden a sus padres 'bolígrafos o cosas que puedan utilizar en el ordenador' y Marisol Segade, de la tienda Vergel, indica que prefieren las camisetas.
Las tendencias en el sector de los recuerdos turísticos, como en la moda, van cambiando: los niños ya no quieren gaitas y las camisetas son el nuevo 'must have' o el número uno del 'top ten' de los recuerdos turísticos.
