Un masajista de San Sebastián, que actualmente se encuentra jubilado, ha sido condenado a un año de cárcel por abusar sexualmente de una cliente a la que sometió a tocamientos en sus genitales y dirigió frases obscenas durante una sesión.
Según la sentencia del caso, a la que hoy ha tenido acceso Efe, los hechos ocurrieron sobre las 10:00 horas del 25 de agosto de 2010, en la consulta de 'fisioterapia y reflexología' que regentaba el procesado.
El documento judicial explica que en este lugar el encausado dio un masaje a la víctima con la puerta de la consulta cerrada y, mientras la chica permanecía tumbada boca abajo en una camilla y cubierta con una toalla, comenzó a realizar 'varios comentarios alusivos a la vida sexual de las mujeres'.
Transcurrida media hora, le pidió que se diera la vuelta y continuó con el masaje durante otros veinte minutos, hasta que en un momento dado, 'actuando con ánimo lascivo y sin consentimiento de la paciente, introdujo su mano por debajo de sus bragas y le tocó la zona vaginal, al tiempo que decía: qué maravilla', y le proponía la posibilidad de hacerle lo mismo con la lengua.
Ante esta situación, la mujer se incorporó y se cubrió con la toalla, mientras el encausado le expresaba su 'arrepentimiento' y le pedía 'disculpas', dejándola en el cuarto para que se vistiera.
La sentencia explica que durante el juicio, el hombre 'negó rotundamente los hechos que se le imputaban' y que hiciera comentarios de índole sexual a la perjudicada mientas le daba masajes.
A pesar de ello, el escrito judicial otorga total credibilidad al relato de la mujer, quien, según el texto, no tenía 'ningún motivo mínimamente razonable o lógico que pudiera justificar una denuncia falsa', además de haber mantenido su versión 'invariable' a lo largo de todo el procedimiento judicial que también fue corroborada 'por otros elementos probatorios especialmente convincentes', como el testimonio de varios testigos que confirmaron la sucesión de hechos expuestos por la víctima.
Por este motivo, condena al procesado a un año de cárcel como responsable de un delito de abuso sexual y le obliga a indemnizar a su víctima con 2.000 euros.
