Ourense se subió ayer a la pasarela Cibeles. Lo hizo de la mano de la diseñadora Lorena Rodríguez, que presentó una colección de vestidos en piqué que realzan el cuerpo de la mujer. Más arriesgada fue la propuesta de Sara Lage, que estudió en Allariz y que introdujo elementos rompedores en alusión al sinsentido: flechas que atraviesan camisetas, escotes con mangas, abultamientos en las prendas, cabezas tapadas... Marta Díaz, también alumna de Allariz, unió tecnología y naturaleza.
Algunos llegarán a triunfar y otros se quedarán por el camino, pero lo que no se puede negar de los 16 jóvenes diseñadores que presentaron sus colecciones en El Ego de Cibeles Madrid Fashion Week es que, al menos por su diversidad, entretuvieron. Ese fue el caso de una de las triunfadoras del día, la barcelonesa María Escoté, que ha creado una colección en la que se mezclan los años 50, Marilyn Monroe, Madonna y la mujer valiente del lejano oeste. Muy aplaudida, gustaron sus propuestas en cuadritos de vichy o las confeccionadas con cintas abiertas, prendas que también, de forma muy diferente, se pudieron ver en el desfile del también barcelonés Joan Fabregas.
Los vestidos en piqué de la ourensana Lorena Rodríguez realzan el cuerpo de la mujer, femenina al cien por cien, mientras que Sinpatron prefiere seguir líneas más estilo punk, resaltadas por las crestas que lucían los modelos o un tocado creado con tijeras.
Las referencias de Ourense no quedaron aquí, ya que en Cibeles se presentaron las colecciones de dos diseñadoras (Sara Lage y Marta Díaz) que estudiaron en Allariz. Nada es la colección inspirada en el surrealismo y el dadaísmo creada por Sara Lage, quien introdujo elementos rompedores en alusión al sinsentido: flechas que atraviesan las camisetas, elementos que salen de donde no deben, como mangas del escote, prendas con costillas superpuestas, cortes y abultamientos que asemejan malformaciones del cuerpo.
Máscaras
Tanto en la colección como en la inquietante puesta en escena, con máscaras con un ojo tapado, cabezas tapadas completamente, e incluso una modelo con dos cabezas, Sara Lage, que trabaja para una firma de diseño en piel, decidió arriesgar y apostar por darse a conocer desde Cibeles.
Tripolis, en referencia al árbol y la ciudad, es la colección con la que Blackhaus, Marta Díaz, quiso salirse de la realidad encorsetada uniendo naturaleza y tecnología; charol y papel con formas orgánicas, como pétalos de flor, pantalones pitillo con faldas tipo globo.
Otra mujer que gustó fue Vanessaorialima con sus mujeres-insecto, de acolchados tejidos para formar espaldas que recuerdan a insectos y murcié lagos. Provocadora, mostró también una línea más cat-woman y embutió a las modelos en grandes círculos que situó tanto en el cuello como en la cadera formando pequeñas faldas, o en los bajos de los vestidos, dificultando el andar de las modelos.
El día comenzó con la primera incursión en solitario de Víctor PaO, desaparecido ya Luxoir. Su línea basada en el microfilm de película antigua gustó al todavía escaso público que presenció el desfile en unas gradas que a lo largo del día se llenaron, no así los puestos destinados a los medios de comunicación.
Los vestidos en piqué de la ourensana Lorena Rodríguez realzan el cuerpo de la mujer, femenina al cien por cien, mientras que Sinpatron prefiere seguir líneas más estilo punk, resaltadas por las crestas que lucían los modelos o un tocado creado con tijeras.
Las referencias de Ourense no quedaron aquí, ya que en Cibeles se presentaron las colecciones de dos diseñadoras (Sara Lage y Marta Díaz) que estudiaron en Allariz. Nada es la colección inspirada en el surrealismo y el dadaísmo creada por Sara Lage, quien introdujo elementos rompedores en alusión al sinsentido: flechas que atraviesan las camisetas, elementos que salen de donde no deben, como mangas del escote, prendas con costillas superpuestas, cortes y abultamientos que asemejan malformaciones del cuerpo.
Máscaras
Tanto en la colección como en la inquietante puesta en escena, con máscaras con un ojo tapado, cabezas tapadas completamente, e incluso una modelo con dos cabezas, Sara Lage, que trabaja para una firma de diseño en piel, decidió arriesgar y apostar por darse a conocer desde Cibeles.
Tripolis, en referencia al árbol y la ciudad, es la colección con la que Blackhaus, Marta Díaz, quiso salirse de la realidad encorsetada uniendo naturaleza y tecnología; charol y papel con formas orgánicas, como pétalos de flor, pantalones pitillo con faldas tipo globo.
Otra mujer que gustó fue Vanessaorialima con sus mujeres-insecto, de acolchados tejidos para formar espaldas que recuerdan a insectos y murcié lagos. Provocadora, mostró también una línea más cat-woman y embutió a las modelos en grandes círculos que situó tanto en el cuello como en la cadera formando pequeñas faldas, o en los bajos de los vestidos, dificultando el andar de las modelos.
El día comenzó con la primera incursión en solitario de Víctor PaO, desaparecido ya Luxoir. Su línea basada en el microfilm de película antigua gustó al todavía escaso público que presenció el desfile en unas gradas que a lo largo del día se llenaron, no así los puestos destinados a los medios de comunicación.