Fallece a los 85 años Shirley Temple, la niña de los 50 rizos

La niña prodigio Shirley Temple.
Cantaba, bailaba, lucía unos tirabuzones perfectos y, sobre todo, atrajo enormes audiencias para la Fox en la América de después de la Gran Depresión. Shirley Temple, fallecida el lunes a los 85 años, fue una de las primeras niñas prodigio del cine y una mina de oro para Hollywood.
Sus maneras de adulta, su sonrisa ideal y también esa forma de fruncir el ceño conquistaron a legiones de admiradores -recibía una media de 16.000 cartas al mes- y salvaron al estudio de la bancarrota, llegando a hacer una caja de 1.250 dólares a la semana.

Protagonizó más de 40 títulos hechos a su medida como 'Poor little rich girl' (1936) o 'The Little Princess' (1939), aunque también John Ford se fijó en ella y la fichó como hija de Henry Fonda para 'Fort Apache' (1948).

Su éxito fue tal que hasta Salvador Dalí la transformó en bestia surrealista en uno de sus cuadros, y con sólo seis años la Academia de Hollywood le concedió un Óscar.

También triunfó en la política. En la década de los sesenta empezó a colaborar con el Partido Republicano y, tras un fallido intento para convertirse en congresista en 1967 por California, Temple ocupó distintos puestos diplomáticos, desde delegada de la misión norteamericana en la ONU en 1969 y embajadora en Ghana y Checoslovaquia. Además fue jefa de protocolo de la Casa Blanca.

También formó parte de los consejos directivos de diversas empresas, entre ellas Walt Disney.

En 1972 superó un cáncer y sus últimos años los dedicó a colaborar en la lucha contra el cáncer y a revisar su legado, que contó en su autobiografía, 'Child Star'.

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