Las propuestas de jóvenes y veteranos diseñadores dibujaron ayer en la segunda jornada de la pasarela madrileña una silueta femenina con prendas urbanas de alto nivel, que combinan elementos como la lana, el neopreno, el encaje o las lentejuelas.
Con más tejidos tecnológicos que en otras ocasiones, Daniel Rabaneda, con 26 años uno de los diseñadores más jóvenes de la moda española, abrió la segunda jornada de la 57 edición de la pasarela madrileña con una colección impecable en la que la mezcla de texturas y la fusión de los colores protagonizan una serie de prendas urbanas de alto nivel.
Con una paleta cromática concreta y corta, pero intensa, Roberto Torretta presentó por su parte una colección en la que el mono, en distintos tejidos y matices, fue la prenda estrella. 'Es interesante, nueva y práctica, además de femenina y seductora', dijo el creador argentino. Sus novedades que han pasado por 'entallar las prendas en la cintura, presentar faldas más largas y pantalones más anchos', matizó el diseñador, que califica su trabajo de 'concreto, femenino y sofisticado'.
Fiel a los tejidos de colores planos, el veterano Ángel Schlesser mostró en esta cita una colección que cede espacio a siluetas 'oversize' de corte ovalado y tintes masculinos. Centrado en la prenda urbana sofisticada, su marchamo creativo, el diseñador ha querido dar vida a prendas con una paleta de colores blancos, negros, rojos, grises y azules, que conforman un armario para el día a día.
Además, y con uno de los sellos más reconocibles de la moda española, los gemelos Iñaki y Aitor Muñoz, alma máter de Ailanto, hicieron gala de un lenguaje creativo fuera de toda tendencia, y colorearon la próxima temporada otoño-invierno con un homenaje a la pintora Sonia Delanuay.
BRILLOS Y RENOVACIÓN
María Barros también protagonizó una de las presentaciones de la jornada en la que, inspirándose en el mundo del jazz ha compuesto una serie de prendas con importantes volúmenes creados con la técnica del 'moulage', que consiste en modelar una pieza en tres dimensiones', detalló la coruñesa.
Por la tarde, el ourensano Roberto Verino subía a la pasarela 'Luxury Connection', una colección inspirada en el brillo y alegría de los años 20 y 70, dos etapas marcadas por un fuerte optimismo y por la revisión del fondo de armario de la mujer española con sobrios estilismos.
Una mujer con ganas de brillar. Esa es la propuesta que la sevillana Anjara García presentó también por la tarde, en una colección en la que, sin duda, destacaron las lentejuelas y el uso del dorado.
Sin abandonar sus señas de identidad como los volantes o los madroños, los diseñadores Victorio&Lucchino llevaron a la pasarela madrileña una colección totalmente renovada, en la que las prendas se envuelven con un nuevo código abanderado por la vanguardia y la cultura española.
Las joyas contemporáneas, barrocas y de grandes dimensiones con las que la firma Aristocrazy quiere dotar de poder y seguridad a la mujer pusieron el broche de oro a la segunda jornada de la pasarela madrileña, que arrancará hoy con el desfile doble de Ion Fiz y de la coruñesa formada como diseñadora en Ourense Sara Coleman.
Con una paleta cromática concreta y corta, pero intensa, Roberto Torretta presentó por su parte una colección en la que el mono, en distintos tejidos y matices, fue la prenda estrella. 'Es interesante, nueva y práctica, además de femenina y seductora', dijo el creador argentino. Sus novedades que han pasado por 'entallar las prendas en la cintura, presentar faldas más largas y pantalones más anchos', matizó el diseñador, que califica su trabajo de 'concreto, femenino y sofisticado'.
Fiel a los tejidos de colores planos, el veterano Ángel Schlesser mostró en esta cita una colección que cede espacio a siluetas 'oversize' de corte ovalado y tintes masculinos. Centrado en la prenda urbana sofisticada, su marchamo creativo, el diseñador ha querido dar vida a prendas con una paleta de colores blancos, negros, rojos, grises y azules, que conforman un armario para el día a día.
Además, y con uno de los sellos más reconocibles de la moda española, los gemelos Iñaki y Aitor Muñoz, alma máter de Ailanto, hicieron gala de un lenguaje creativo fuera de toda tendencia, y colorearon la próxima temporada otoño-invierno con un homenaje a la pintora Sonia Delanuay.
BRILLOS Y RENOVACIÓN
María Barros también protagonizó una de las presentaciones de la jornada en la que, inspirándose en el mundo del jazz ha compuesto una serie de prendas con importantes volúmenes creados con la técnica del 'moulage', que consiste en modelar una pieza en tres dimensiones', detalló la coruñesa.
Por la tarde, el ourensano Roberto Verino subía a la pasarela 'Luxury Connection', una colección inspirada en el brillo y alegría de los años 20 y 70, dos etapas marcadas por un fuerte optimismo y por la revisión del fondo de armario de la mujer española con sobrios estilismos.
Una mujer con ganas de brillar. Esa es la propuesta que la sevillana Anjara García presentó también por la tarde, en una colección en la que, sin duda, destacaron las lentejuelas y el uso del dorado.
Sin abandonar sus señas de identidad como los volantes o los madroños, los diseñadores Victorio&Lucchino llevaron a la pasarela madrileña una colección totalmente renovada, en la que las prendas se envuelven con un nuevo código abanderado por la vanguardia y la cultura española.
Las joyas contemporáneas, barrocas y de grandes dimensiones con las que la firma Aristocrazy quiere dotar de poder y seguridad a la mujer pusieron el broche de oro a la segunda jornada de la pasarela madrileña, que arrancará hoy con el desfile doble de Ion Fiz y de la coruñesa formada como diseñadora en Ourense Sara Coleman.
