La alegría se desató ayer en la localidad lucense de Monforte de Lemos, donde recayó íntegro el primer premio de la Lotería de 'El Niño', el número 76.254, incluido el 'especial' de 40 millones de euros a un solo décimo, que correspondió a la fracción 05 y a la serie 21.
Los abrazos y el descorche de champán no dejaron de sucederse en la administración número 3, ubicada en el número 50 de la calle Concepción Arenal, y cuya propietaria, Lorena Giraudier Domínguez, celebró que 'El Niño' llegase este 2014 con 'un pan bajo el brazo' a este núcleo ferroviario, residencia de un buen número de maquinistas especialmente de transporte de mercancías. Este despacho repartió el primer premio entre numerosos habitantes y varios bares de la zona. Las imágenes de la buena suerte estuvieron concentradas ayer durante toda la jornada en la provincia de Lugo, que en el último Sorteo Extraordinario de Navidad tuvo que conformarse 'con las pedreas'.
El conocido bar Anduriña, establecimiento ubicado en la calle Calvo Sotelo que vendió el número premiado con 40 millones, se convirtió en punto de encuentro de decenas de agraciados que acudieron allí a 'festejar que la fortuna paró en Monforte'. La propietaria del negocio, Libertad González, destacó su enorme satisfacción por repartir el premio, incluido el 'décimo especial', cuyo dueño, según indicó, es, con toda seguridad, un 'vecino de nuestro pueblo'. Ella y su marido, Javier López, se hicieron cargo del negocio hace nueve años. En la mañana de ayer Libertad recibió dos llamadas de sendas personas a las que les había guardado un boleto. Una, antes del sorteo; la otra, justo después. Los dos fueron ya entregados a sus propietarios.
'PAGAR LO QUE SE DEBE'
José Manuel, un niño de casi 14 años, hijo de Libertad y de Javier, espera que del décimo que adquirieron sus padres quede 'algo' para que pueda estudiar 'lo que sea relacionado con Ciencias'. 'Cuando acabe lo que tiene ahora', añadió su abuelo paterno, José Manuel López, poseedor de otro décimo premiado con el que espera 'pagar lo que se debe' y luego 'ya se verá, porque algo me quedará'.
Tiene un taller de derivados del metal y se enteró de la 'buena estrella' por televisión, viendo el sorteo. 'Fue el caso de muchos'. A otros les llegó la buena noticia por el boca a boca que se creó en la localidad lucense.
Pablo Rodríguez, una persona ciega que trabaja desde hace 26 años como vendedor de cupones en la ONCE, fue uno de los primeros en llegar al bar Anduriña y se mostró realmente 'muy feliz' al festejar el premio con sus vecinos. Un operario, José García, confesó por su parte que tras oír los primeros números, y escuchar 'el redondo, el de Monforte', no se atrevió ni tan siquiera a mirar la pantalla. 'Llamé a mi hija y ella comprobó el número. Cuando vimos que era el premiado no dudamos en llamar a toda la familia', explicó García.
El conocido bar Anduriña, establecimiento ubicado en la calle Calvo Sotelo que vendió el número premiado con 40 millones, se convirtió en punto de encuentro de decenas de agraciados que acudieron allí a 'festejar que la fortuna paró en Monforte'. La propietaria del negocio, Libertad González, destacó su enorme satisfacción por repartir el premio, incluido el 'décimo especial', cuyo dueño, según indicó, es, con toda seguridad, un 'vecino de nuestro pueblo'. Ella y su marido, Javier López, se hicieron cargo del negocio hace nueve años. En la mañana de ayer Libertad recibió dos llamadas de sendas personas a las que les había guardado un boleto. Una, antes del sorteo; la otra, justo después. Los dos fueron ya entregados a sus propietarios.
'PAGAR LO QUE SE DEBE'
José Manuel, un niño de casi 14 años, hijo de Libertad y de Javier, espera que del décimo que adquirieron sus padres quede 'algo' para que pueda estudiar 'lo que sea relacionado con Ciencias'. 'Cuando acabe lo que tiene ahora', añadió su abuelo paterno, José Manuel López, poseedor de otro décimo premiado con el que espera 'pagar lo que se debe' y luego 'ya se verá, porque algo me quedará'.
Tiene un taller de derivados del metal y se enteró de la 'buena estrella' por televisión, viendo el sorteo. 'Fue el caso de muchos'. A otros les llegó la buena noticia por el boca a boca que se creó en la localidad lucense.
Pablo Rodríguez, una persona ciega que trabaja desde hace 26 años como vendedor de cupones en la ONCE, fue uno de los primeros en llegar al bar Anduriña y se mostró realmente 'muy feliz' al festejar el premio con sus vecinos. Un operario, José García, confesó por su parte que tras oír los primeros números, y escuchar 'el redondo, el de Monforte', no se atrevió ni tan siquiera a mirar la pantalla. 'Llamé a mi hija y ella comprobó el número. Cuando vimos que era el premiado no dudamos en llamar a toda la familia', explicó García.
