Aceite, sopas chinas, pasando por juguetes, cosméticos o productos de limpieza. Hasta 69.000 ensayos de más de 6.000 productos se analizan al año en el Centro de Investigación y Control de Calidad de Consumo.

Los vigilantes del consumo

La ministra de Sanidad, Ana Mato, durante su visita ayer al centro de control. (Foto: EMILIO NARANJO)
El Centro de Investigación y Control de Calidad del Instituto Nacional de Consumo (CICC) es el mayor laboratorio de ámbito estatal y analiza alimentos y productos no alimenticios para determinar su conformidad con las normas vigentes y con su etiquetado. Así, fue en este centro, visirtado ayer por la ministra de Sanidad Ana Mato, donde se analizaron y detectaron, el pasado mes de marzo, las muestras de productos cárnicos que contenían ADN de equino sin etiquetar.
Las comunidades autónomas remiten a estos laboratorios productos que están en el mercado para evaluar, a partir de análisis y ensayos, su conformidad con las reglamentaciones y las normas de calidad que los regulan. Los controles analíticos tienen como fin comprobar la seguridad y la calidad de los productos, bajo normas españolas o europeas, y su conformidad en cuanto al etiquetado, contenido efectivo, indicaciones geográficas protegidas, denominaciones de origen, etc.

Uno de los productos analizados son los vinos, tanto los de mesa, como las denominaciones de origen.

'Evaluamos el grado alcohólico, la acidez total, la acidez volátil, el metanol, el plomo... y lo que miramos es que cumplan la reglamentación y, en el caso de las denominaciones de origen, se exigen unos parámetros aún más restrictivos que la normativa europea', explicó ayer María Guirado, encargada del Departamento de Bebidas. En este laboratorio se estudian también las bebidas espirituosas. 'Estudiamos el posible fraude de esas bebidas según la marca, es decir, el llamado garrafón', señala.

El CICC cuenta con un Panel Oficial de Cata de Aceite de oliva virgen, en el que, tanto la ministra Ana Mato como la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, olieron ayer dos muestras distintas encaminadas a diferenciar un aceite virgen extra, que no puede tener ningún defecto de calidad y que debe ser analizado por un equipo de entre 8 y 12 catadores.

En el centro se realizan también ensayos de calidad de productos infantiles, como los chupetes y los juguetes para niños de menos de 36 meses, que se rigen por normas de seguridad más estrictas.

El Centro de Investigación y Control de Calidad es, además, el laboratorio de referencia para el análisis y control de los productos cosméticos. En él se identifican además los productos activos, la presencia de antioxidantes o contaminantes y se lleva a cabo un completo análisis microbiológico de productos de higiene y uso personal.

También es el laboratorio de referencia para el control de los contenidos máximos de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono de los cigarrillos que se comercializan en España.

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