La Indicación Xeográfica registró la plantación de 2.000 hectáreas de sotos desde el año 2009

Los agricultores recurren a la castaña para superar la crisis

Castaños abandonados en el paraje de O Serro, en O Barco. (Foto: J.C.)
Los datos que maneja la Indicación Xeográfica Protexida Castañas de Galicia dicen que desde su creación, en 2009, se plantaron aproximadamente 2.000 hectáreas de castaños.
Este dato lo facilitó su secretario, Manuel López, y confirma las palabras de Juan Fernández, gerente de Castañas Rafael, una empresa dedicada a la comercialización de castañas, que tiene sus instalaciones en Rubiá. 'Hay gente que empieza a plantar castaños. Requieren pocos gastos y atenciones y además el precio es bueno. Apenas hay frutas que se estén pagando a más de un euro por kilo. La gente se da cuenta de que es rentable', dijo este empresario valdeorrés. Añadió que en la presente campaña, que se generalizó esta semana, los agricultores llegan a cobrar hasta 1,40 euros por un kilo.

La alta rentabilidad del fruto seco también fue resaltada por Manuel López Pérez, secretario de la IXP Castaña de Galicia, un órgano que tiene a Jesús Quintá García como presidente y que cuenta con más de un centenar de productores asociados, además de comercializadores e industriales. 'O castiñeiro ten unha rendibilidade moi alta, é unha árbore moi agradecida', afirmó. Según sus estimaciones, un soto de una hectárea genera unos ingresos medios de 6.000 euros anuales.


BARATO

Manuel López también destacó que las plantaciones nuevas no requieren unos gastos excesivos y que el rendimiento de los sotos, estimado en aproximadamente 50 kilos de fruto por árbol, aumenta considerablemente con la adopción de métodos muy sencillos. Este es el caso de los sistemas de regadío que montaron dos agricultores de Vilariño de Conso, una innovación que puede incrementar en más de un 30 % la producción.

En referencia al tiempo que debe transcurrir para que un soto alcance la plena producción, el secretario de Castaña de Galicia lo cuantificó en 15 años. No obstante, apuntó que los árboles comienzan a dar castañas mucho antes, mostrando sus primeros frutos al segundo año.

La crisis económica también se dejó ver en la recuperación de sotos que llevaban años abandonados. En 1985, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente contabilizó en Valdeorras 8.201 hectáreas de castaños. El envejecimiento de la población, las enfermedades como el chancro o la tinta y los incendios forestales son algunas de las causas que redujeron esa superficie.

En los últimos meses, la comarca registra la situación inversa y son muchos los propietarios de castaños que recuperan un cultivo que abandonaron hace muchos años. 'Agora, a xente do rural dase conta de que lle faltan as castañas, de que llas rouban', djio Manuel López. Su afirmación fue corroborada por el responsable comarcal de la organización Xóvenes Agricultores, Domingo Fidalgo, quien explicó que en la sede de Vilamartín atendieron a un buen número de productores que acudieron en busca de información. 'Hay mucha gente que recuperó los castaños', afirmó.


El riesgo de heladas preocupa a los productores

La campaña de la castaña se generaliza esta semana en Valdeorras. Con la preocupación de que las heladas puedan afectar negativamente a la cosecha, las estimaciones manejadas por los comercializadores calculan que la producción será un 20 por ciento superior a la del año pasado, cuando la sequía redujo considerablemente la cantidad del fruto seco. Las previsiones hablan de una producción media, que en Valdeorras se aproxima a las 5.000 toneladas, superando el total gallego las 15.000, según la IXO Castaña de Galicia.

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