Un grupo de 30 escolares de O Barco con problemas de aprendizaje asisten a las clases de apoyo de Vagalume. La falta de recursos que obligó a suspenderlas el curso anterior, este año dejó fuera a otros 12 niños, en Viloira.

Clases para los más débiles

Un grupo de alumnos asistió ayer a una de las actividades de apoyo que promueve Vagalume. (Foto: LUIS BLANCO)
Los 30 alumnos de Primaria que asisten a las actividades de apoyo que desarrolla la asociación cultural, educativa y social Vagalume, apenas tienen espacio en las dos salas del antiguo Consistorio que cedió el Concello de O Barco. Son los únicos locales que tiene a su disposición un colectivo que el año pasado tuvo que suspender sus actividades al impedirles las obras que se desarrollaron en el edificio y no encontrar instalaciones alternativas. Este año, la falta de espacio dejó fuera a los 12 escolares de Viloira que pidieron ayuda.
La retirada de las subvenciones que acarreó la crisis económica, no hizo más que agravar el problema de la falta de instalaciones adecuadas. El pasado martes, la asociación recibió la confirmación de que el colaborador solicitado al Plan de Cooperación le había sido denegado, la misma respuesta del año anterior. El presidente de Vagalume, José Fernández López, subrayó las dificultades que atraviesa el colectivo. 'Este curso, mantenemos las actividades gracias al Foro La Región, que colabora en las conferencias de los 'X Encontros Familia-Escola', que comenzarán el 24 de febrero con una conferencia del psicólogo de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia, Javier Urra Portillo', dijo.

Las dificultades económicas no desaniman a la asociación, que encontró el apoyo de una profesora y de tres educadores sociales para seguir con su actividad, que persigue 'satisfacer la demanda de los centros educativos y ayudar a escolares con dificultades de aprendizaje ofreciéndoles una atención más individualizada', según explicó José Fernández.

La mitad de los alumnos son inmigrantes, con presencia de argentinos, colombianos o dominicanos. Los demás son de O Barco, un concello que posee una importante población infantil, pues 2.112 de los 14.134 habitantes del padrón de 2010 tienen menos de 16 años. José Fernández relacionó este aumento de los escolares del Concello con el de los alumnos con dificultades de aprendizaje, pero también los cada vez más frecuentes casos de déficit de atención y de hiperactividad.

Las causas aún están sin determinar con exactitud, si bien parece influir un uso inadecuado de las nuevas tecnologías. 'Los ordenadores y las consolas requieren poca atención y su información entra fácilmente en los niños. Con los libros sucede lo contrario. Es mucho más lenta y los escolares no tienen paciencia, quieren acceder a la información de manera más rápida', explicó el presidente de Vagalume. Las dos horas diarias de unas clases que se desarrollan entre el lunes y el jueves pretenden resolver esta situación.

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