Cartas al director

El viaje hacia el respeto

Hay algo mágico en trabajar en un aeropuerto, especialmente en una gran ciudad. Como azafata de tierra, tenía el privilegio de ser parte de la experiencia internacional: la diversidad de personas, las historias de viaje y la emoción en el aire.

Pero no todo son sonrisas y buenos momentos. También había momentos difíciles, momentos en los que el estrés y la tensión flotaban en el aire. Los pasajeros, nerviosos o frustrados por sus vuelos o por las largas esperas, se desahogaban con el personal del aeropuerto, convirtiendo el ambiente en una montaña rusa emocional. Cada mañana, antes de dirigirme al trabajo, deseaba con todas mis fuerzas poder evitar discusiones con los pasajeros y regresar a casa sin ningún incidente. Lamentablemente, la realidad era diferente... raro era el día en el que todo salía bien y con tranquilidad.

En mi experiencia trabajando en una compañía low cost, los conflictos con los pasajeros eran incluso más comunes y difíciles de lidiar. Su mal humor y faltas de respeto hacia los trabajadores era algo que me dejaba sorprendida. ¿Por qué tengo que soportar insultos simplemente porque alguien no quiere pagar por su equipaje a tiempo? ¿Qué culpa tengo de seguir las reglas de la compañía? 

Personalmente, siempre intento comprender a los pasajeros y ayudar en todo lo posible con una sonrisa en la cara. Pero, por favor, ten paciencia con nosotros también. He visto a compañeros ser insultados e incluso agredidos, yo incluida. 

Entiendo que los aeropuertos pueden ser lugares estresantes, pero respetémonos y ayudémonos mutuamente. Después de todo, estamos todos en el mismo viaje, ¿verdad?