Cartas al director

Las ciudades son para los ricos

Actualmente, el mercado de la vivienda y, más concretamente, los alquileres, son prohibitivos. Los alquileres en toda Europa se han disparado y en España otro tanto de lo mismo. El mercado del alquiler en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Málaga, es sencillamente inasumible para una persona sola con un sueldo medio. En las ciudades gallegas, ya es casi imposible alquilar por debajo de los 500 euros, con salarios mensuales que rondan los 1.300 o 1.400 euros, es decir, se comen casi el 40% del total.

Si a esto le añadimos que apenas hay oferta de vivienda social, la situación, sobre todo para l@s jóvenes que desean emanciparse e iniciar una nueva vida, incluso yéndose a vivir con su pareja, es casi un milagro. De hecho, much@s jóvenes se mudan de vivienda una media de dos veces al año por no poder hacer frente a sus costes .

Todos los pasos que se supone que deberían estar dando como jóvenes profesionales, no son posibles. Todo queda en suspenso, el mercado inmobiliario, en muchas ocasiones, determina las relaciones interpersonales y eso es obsceno.

¿Cómo se ha llegado a esta situación?, eso es objeto de un complejo y acalorado debate, pero bien es cierto, que todas las administraciones han pasado de puntillas y ahora “ se les hace bola el problema” y no saben cómo atajarlo.

El aumento de los precios, el incremento de la desigualdad, la escasez de viviendas asequibles, la proliferación de pisos turísticos y los inversores extranjeros son el resultado de décadas de políticas de vivienda más que cuestionables que ponen en jaque a generaciones que ya ven el futuro peor que el de sus antecesores.

Si resulta difícil encontrar un hogar seguro, la gente deja de formar familias, echar raíces, construir un futuro para desarrollarse y prosperar, con lo cual pierden toda perspectiva y sus vidas se congelan. ¡Ese es el problema!