Hoy vuelven los que se habían ido. Y vuelven con ideas peregrinas (probablemente con la intención de despistar de lo importante, que es la única explicación). Verbigracia, la idea ésta del Valedor do Cidadán para los vecinos de Ourense. ¿A qué demonios viene proponer un nuevo cargo, con su consiguiente gasto incorporado, estando como estamos? ¿No son los concejales de uno u otro signo suficiente valimiento para los sufridos ciudadanos, que les votan y pagan precisamente para eso? Y encima el nuevo chiringuito lo propone precisamente el grupo (el PP) que impulsó desde Madrid la propuesta de hacer desaparecer la figura gemela de los defensores del pueblo autonómicos, porque considera que con uno para todo el Estado basta y sobra, y el ahorro sería considerable. En fin, que si no lo hubiera visto por escrito y con membrete, no lo hubiera creído.
