Opinión

Camps se salva y Rajoy respira

Camps salva el sillón y Rajoy respira. El Tribunal Superior de Justicia del País Valenciano ha decidido el archivo de la causa por el ‘Caso de los Trajes’ y el PP tiene hoy una enorme sensación de alivio y de haberse quitado el peor peso de encima. Lo cierto es que las imputaciones a Camps y otros altos cargos, que cuando vinieron de Garzón hablaban de no sé cuantos cientos de miles de euros, se quedaron tras las investigaciones y cuando hubo que aportar pruebas en el presunto regalo de 4 trajes y un par de zapatos, Camps decía haberlo pagado y el sastre mantenía que los pagó, por él, la trama de Correa. El presidente valenciano cometió el error de negar conocer al ‘Bigotes’ y no poder demostrar con una factura el abono. Pero ahí quedaba todo, que desde el punto de vista político, estético y hasta ético tiene indudable tacha. Pero judicialmente era muy poco por no decir que era nada.


El juez instructor se agarró a una extraña, decaída y desusada figura del código penal ‘cohecho impropio’ para después de reconocer la escasa cuantía, suponer que no podía entenderse los trajes como un ‘obsequio en base a costumbres sociales normalmente admitidas’ sino como ‘dádiva’ y reconocer que en absoluto podía inferirse la obtención de favores o contratos a cambios de esos regalos, imputar a Camps por esa cuestión cuya pena era una multa de 2.500 euros pero que acarreaba un juicio y con jurado popular. O sea, algo penoso y quizás insuperable para un presidente de una Comunidad Autónoma aunque luego fuera declarado inocente. Jurídicamente, pues, la causa a muy duras penas se sostenía. Pero políticamente la torpeza y las posibles, y en el caso de conocer al Bigotes mas que posibles, mentiras de Camps lo colocaban, caso de seguir adelante la causa, en un callejón sin otra salida honorable o que al menos causara el menor daño posible al partido que su dimisión.


Era una cuestión, pues, y lo seguirá siendo, política pero necesitaba de la munición judicial para poder ser efectiva. Y esa munición, -en lo que respecta a Camps- se ha agotado en lo que respecta a los bolsos de Rita Barberá , la pasada de frenada había hecho salir el tiro por la culata y ello, hay que señalarlo ha sucedido a pesar de la magnificación exagerada y las presiones, hasta del propio ministro de Justicia, mediáticas, que resultaban ya descaradas, reiterativas y sesgadas. Si los jueces exculpaban era por ‘conservadores’ mientras nada se decía que quienes pretendían seguir echando leña al fuego de la causa eran magistrados propuestos para sus cargos por el PSOE. Lo denunció y probó en un excelente artículo Victoria Prego en ‘El Mundo’, justo cuando la víspera de la decisión más arreciaba la campaña en ‘El País’ y la SER.


El PP dimitido Barcenas y ‘desimputado’ Camps, empieza a poder ir desenredándose del ‘Caso Gurtell’ que le ha tenido maniatado en estos últimos meses. La trama de Madrid importa muy poco a la dirección de Génova y están muy en eso de ‘quien la haga que la pague’. Y parece que la han hecho pero parece también que esencialmente en beneficio de sus propios bolsillos y no de la caja del partido. Además son chicos y cargos postulados y aupados por Esperanza. Que se apañe, que demasiada guerra da la Aguirre hoy con boca caliente ‘piquetero retrógrado’ y al día siguiente con zalemas a ZP y tarta y cánticos lisonjeros al amigo Rubalcaba que es para muchos peperos el ‘enemigo público n 1’. Rajoy, con su gallega manera de medir tiempos y aguantar decisiones manteniendo a todos en vilo, ha vuelto a capear un negro temporal y de alguna manera volver a ganar una batalla. Que tratándose de Rajoy y del PP acaba siendo siempre interna. Ahora si que él y Camps se pueden ir tranquilos de vacaciones.

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