La movilidad exterior' con la que Fátima Báñez, ministra de Empleo, trata de minimizar el proceso de emigración que sufre el país mientras, eso sí, busca trabajo a los jóvenes en Alemania incapaz de poner las bases para que lo consigan en España, deja sentir sus efectos incluso en la balanza de pagos. Las remesas de los emigrantes en el pasado año rozaron los 6.000 millones de euros, la misma cantidad que destinará la UE en su plan estrella de empleo juvenil, comparación que sitúa la magnitud en su justa medida. En Ourense llega con un dato: había 325.352 resientes a 1 de enero y 103.389 ourensanos residiendo en el extranjero y cada vez más jóvenes. Organismos oficiales han alertado al Gobierno de la imperiosa necesidad de tomar medidas para que mantengan su vínculo con España, porque son el futuro. Ni caso, al contrario. La Xunta debería también tomar nota o volverán sólo, si vuelven, en vacaciones. A un erial.
