Hay juegos y juegos. Causas y causas. Imágenes e imágenes. Todas se disputan hoy los titulares del día. No todas merecen la pena. La actualidad del día nos sirve en bandeja tres ejemplos de cómo unos, aspirantes a políticos, juegan a los vándalos, pintando el mobiliario público con el pretexto de exaltar la causa republicana. Otros, supuestamente políticos hechos y derechos, se juegan la credibilidad de las instituciones públicas convirtiendo el pleno del Concello en un espectáculo circense. Muy pocos, entre ellos el misionero ourensano Luis Cachaldora, se juega la vida en Camerún por la defensa de sus creencias, pero sobre todo, de quienes sufren con hambre y miseria la desigualdad de esta sociedad insolidaria. Todos se han colado hoy con su foto en las páginas de la noticia ourensana. Pero sólo una provoca admiración.
