Opinión

La política de otro modo

Si hay algo que un político no puede permitirse es ni un minuto de bloqueo cuando la sociedad necesita con urgencia dinamismo en la resolución de sus necesidades. Cuando el PSOE vigués, de la mano del peculiar alcalde Caballero, se sacó de la manga un pacto con el PP para aprobar los presupuestos municipales, muchos aquí miraron hacia Vigo con envidia. Hoy observamos Ribadavia y vemos a un alcalde, también socialista, capaz de negociar, con el PP, las cuentas municipales y a un PP que demuestra saber mirar más allá del ombligo partidista. Observamos Celanova y comprobamos cómo un regidor del PP, en minoría, consigue aprobar su plan de inversiones gracias a los votos de un BNG que no teme a desterrar viejos clichés. Son pequeños grandes hitos de otra forma de hacer política, en la que la ciudadanía está primero y después, los partidos.

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