Quien haya conocido nuestra industria vitivinícola de hace 25 años y la revise ahora, seguramente no dará crédito o a su memoria o a su vista. Costó, bien es verdad que costó, mucho sudor y lágrimas, pero las denominaciones de origen vinícolas ourensanas son hoy en día de las más apreciadas del país. Este es el panorama que ayer se encontró el hombre que es cabeza visible de una empresa que no necesita presentación: Vega Sicilia. Pablo Álvarez pasó por Ourense, de la mano de La Región, para ser visto, pero también para ver, para enseñar y para aprender, y es seguro que la impresión que se lleva de su estancia, de sus conversaciones y sus visitas, es más que positiva. Nos queda mucho que aprender en otros sectores, pero el del vino nos puede mostrar el camino: cuando las cosas se hacen con cabeza y cooperación, el éxito está casi, casi asegurado.
