Opinión

No, el carnaval no compra voluntades, ni votos

Durante los próximos días, el carnaval y su merecido disfrute por una sociedad ávida de socializar y divertirse, va eclipsar cualquier noticia, cualquier dato económico sea este cual sea. Como por ejemplo que este mes de enero hay una pérdida de 670 autónomos cada día, los peores datos desde 2012, y Ourense es de los municipios más afectados. Y no, no existen beneficios extraordinarios ni subida de los márgenes en la distribución en plena escalada de los precios. Y así nos lo constata el Banco de España en su último informe, asegurando que, lejos de sacar partido de la inflación, lo que si hay es un deterioro claro del sector de la alimentación que está afectando negativamente a la actividad del 81% de las empresas. Y además, el Banco de España apunta que “la peor evolución de la facturación se observa en la agricultura y la hostelería, y en el comercio la actividad empresarial habría mantenido en último trimestre de 2022 el tono negativo del anterior”. 

Conclusión: que Ourense tenga el ratio del municipio de toda Galicia con más locales y bajos vacíos en el circuito de comercialización no es ninguna casualidad. Y que únicamente nos intenten convertir en la ciudad de las charangas y poco más, es un intento de tapar la pésima y negligente gestión de lo público, sin más. 

Sí, ¡fiesta!, ¡charangas!, ¡pasacalles!, ¡orquestas de relumbrón! y lo que haga falta para nuestro Ourense son las únicas y desesperadas directrices desde la Plaza Mayor. Por supuesto, pagado todito con los dineros de los 103.756 ourensanos... por si queda algún ingenuo que crea otra cosa. 

¿Socializar?, siempre. ¿Divertirse?, por supuesto. ¿Malgastar el dinero de nuestros impuestos sin priorizar en las verdaderas necesidades de la aún tercera ciudad de Galicia?, pues rotundamente no. Gestión, planificación, previsión, futuro... palabras aburridas y carentes de significado alguno en estos tiempos de fanfarria continua. El abandono, degradación y aumento exponencial de la conflictividad en Ourense lleva a máximos históricos los locales y bajos vacíos en nuestra ciudad, siendo el municipio de los 313 de Galicia con más desocupados, numérica y porcentualmente, en el circuito de comercialización, provocando una desertización comercial a la cual la errática y nula gestión desde la Administración local solo contribuye a hacer aumentar aún más el impacto negativo. Y voy con los datos:

Total locales y bajos vacíos en Ourense: 38%. Prácticamente todas las zonas del municipio de Ourense son las más penalizadas por el aumento de locales vacíos, destacando el casco antiguo y barrios de la periferia. Como por ejemplo la zona del casco antiguo, con más de 200 locales desocupados, o el Couto, con más de 250. Pero también se aprecia en calles del centro con locales vacíos en plena Santo Domingo o Paseo. O semicentro urbano, como avenida de La Habana, Progreso, Saínza, avenida de Portugal o de Zamora o Marcelo Macías. Añadir que las casi 30 galerías comerciales -aun con bajos precios- aglutinan una parte importante de los locales cerrados. Hay que decir que el incremento de locales y bajos vacíos en el circuito de comercialización es superior incluso al trienio 2011 / 2013 en los peores años de la crisis. Es decir, el número de cierres en los tres últimos años se ha incrementado notablemente. Así que, entre fiesta y verbena, reflexionen un poco en ello, nuestro presente y el futuro de nuestros jóvenes bien merecen una pensada. 

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