Opinión

Ourense demanda soluciones en vivienda

Normativas claras, concretas, legibles, agrupadas, simplificación administrativa y reducción de la brutal carga burocrática urbanística que lamina cualquier posibilidad de desarrollo. Asi podría sintetizar la penalización que sufre nuestra ciudad, a lo que hay que sumar la falta de un PXOM acorde a la realidad actual. Hay cinco retos que en materia urbanística y de vivienda se deberían afrontar: Tramitación de licencias urbanísticas en tiempo y forma; incentivos y seguridad jurídica; estímulos al alquiler y obra nueva; transformación digital, y tramitación, planeamiento y gestión urbanística. 

Tramitación de licencias urbanísticas: Mejorar la regulación de las licencias urbanísticas, impulsando una Ordenanza de Simplificación de Trámites Urbanísticos. Agilizar las licencias en el ámbito de las rehabilitaciones y crear un departamento de proyectos urbanísticos sostenibles. 

Incentivos y seguridad jurídica: Necesidad de incrementar la cuantía de las bonificaciones en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, así como de acelerar la tramitación de las ayudas para la rehabilitación y vincularlas al cumplimiento de los objetivos de la Agenda Española 2030. Y dotar de seguridad jurídica urbanística a inversores e inversiones. 

Estímulos al alquiler y obra nueva: Potenciar el alquiler mediante la colaboración público-privada en derecho de superficie y estudiar fórmulas como el construir para alquilar, así como opciones para recuperar la vivienda degradada en núcleos marginales y en especial dentro del casco histórico ourensano. 

Transformación digital: Es necesario impulsar metodologías que desde la administración local mejoren las comunicaciones y notificaciones en la tramitación de expedientes, ya que no es permisible que se tarden meses e incluso años en obtener licencias urbanísticas de diversas índoles. 

Tramitación de planeamiento y gestión urbanística: Revisiones de la normativa del Plan General de Ordenación Urbana que se pudieran aprobar rápido. Agilizar la creación de las juntas de compensación y los proyectos de urbanización. 

¿Y qué obras necesitan licencia municipal? Pues las siguientes:

Obras de reestructuración general: por ejemplo, vaciado de un edificio manteniendo la fachada. Obras de reestructuración parcial: por ejemplo, instalación de ascensores cuando hay demolición, demoler y construir nuevas escaleras en el bloque, abrir o aumentar patios, construir una entreplanta. Obra de acondicionamiento general: por ejemplo, redistribuir todo el espacio interior pudiendo variar el número de viviendas sin intervenir en la estructura ni la fachada. Obras de consolidación: necesarias cuando hay que reforzar o sustituir elementos de la estructura del edificio. Obras de reconfiguración: aquellas intervenciones que tienen como finalidad eliminar impactos negativos existentes; cambiar el uso del edificio, por ejemplo de locales u oficinas a viviendas. Obras que cambien la fachada en general o que intervengan en elementos protegidos. 

Conclusión: si queremos avanzar y recuperar la economía se debe reducir la burocracia urbanística a su mínima expresión. Ourense necesita viviendas nuevas, tanto libres como de protección oficial, y una apuesta decidida por la rehabilitación. Todas ellas podrán beneficiarse de las ayudas y deducciones aprobadas con los fondos europeos. Una gran oportunidad que Ourense no puede ni debe dejar pasar. 

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