"Pensar en clave de provincia". Está frase sintetiza por qué el actual presidente de la Diputación de Ourense debe seguir siéndolo. Aunque también podría añadir que enfrente no hay absolutamente nada de nada. Lo cual debería derivar al resto de formaciones políticas a una profunda reflexión, como mínimo, porque “el papel” y las ocurrencias ya no lo aguantan todo en nuestro Ourense.
Dinamizar y buscar retorno a Ourense para asentar nuestro futuro como provincia y como sociedad no es nada fácil, no lo es. Nuestros indicadores económicos, industriales, empresariales y demográficos representan un descomunal reto. Por ello mismo, el tener un proyecto de provincia, real y efectivo, es totalmente imprescindible. Los planes y proyectos europeos con retorno en su ejecución son las herramientas esenciales que deben contribuir a darle forma y contenido. Y que el actual presidente del Gobierno provincial de Ourense busque constantemente el apoyo de las instituciones europeas y nuestra integración en ellas es tener las ideas claras y saber dónde y por qué hay que estar ahí.
Me gustó, y sorprendió gratamente, la apuesta en su momento del Gran Hotel Balneario como proyecto tractor. Baltar demostró una vez más su visión y valentía política al sustituir el actual edificio noble, que actualmente alberga el ente provincial, por una apuesta seria, novedosa y que da respuesta al futuro a corto plazo de la política termal.
No es que solo no vea a nadie en el horizonte multicolor para asumir con garantías un relevo al frente de la Diputación de Ourense, no. Es que a día de hoy se hace totalmente necesario que el actual presidente provincial lo siga siendo. Por mentalidad, por conocimiento, por empuje constante, por constancia muchas veces incomprendida y por su habilidad comercial y diplomática en diferentes y múltiples estamentos para intentar cambiar el devenir del reto demográfico y dotarnos de un futuro con garantías. Y no, no hay nadie imprescindible ni insustituible en esta vida, pero sí hay personas necesarias para que la sociedad avance con garantías de futuro, y Manuel Baltar es una de ellas. Y es que de las demás formaciones políticas, ni conocemos sus posibles candidatas o candidatos, ni sus proyectos de provincia (reales, no imaginativos e irrealizables), ni sus alternativas, ni propuestas. Únicamente se conocen sus críticas destructivas, su ineficiencia e ineficacia en la presentación de iniciativas tangibles, y su desidia y dejadez en responsabilidades políticas y públicas que nunca debieron acometer. No todo vale para conseguir objetivos políticos unipersonales, única y exclusivamente. Ourense y nuestra viabilidad de futuro como provincia es lo que realmente importa al margen de ideologías y colores políticos.
