Opinión

Quince reformas patronales

Mientras el Ejecutivo de la nación deriva a este país a votar en plena Navidad (con las "mentes pensantes" maquiavélicas de los asesores de Moncloa presuntamente detrás de tal aberración), la CEOE intenta poner algo de cordura en este panorama y propone 15 reformas al próximo gobierno del país, en aras de fortalecer el dialogo social. Y con ánimo de contribuir al despegue económico que tanta falta nos hace:

La primera de ellas es la de disponer de una política tributaria y presupuestaria que intensifique el proceso de consolidación fiscal, reduciendo un 30% las cargas administrativas en los próximos cuatro años, coordinando además políticas tributarias estatales, autonómicas y locales.

Reformar el sistema de bonificaciones de forma que las ayudas se centren en la contratación fija en los contratos a tiempo parcial y en los jóvenes. Y que se puedan convertir los fijos ordinarios en fijos discontinuos y bonificar el proceso inverso e incrementando los mecanismos de flexibilidad interna.

Modernización del sistema de negociación de convenios colectivos para que sea más ágil y eficaz.

Una mayor promoción y protección de los intereses económicos españoles en el exterior y que se aplique el principio de subsidiariedad de actuaciones al ICEX.

Que la UE sitúe a la competitividad en el centro de su toma de decisiones y potenciar una mayor participación de los interlocutores sociales.

Un gran pacto social por la educación que dé estabilidad a las políticas educativas. Con una relación más fluida entre el sistema educativo y las empresas; con mayor permeabilidad entre los centros y el mercado laboral, sobre todo en los niveles de formación profesional y universidad.

Gestionar la formación de trabajadores a través de las propias empresas.

Exigir una rebaja generalizada de las cotizaciones sociales, hasta situarlas en los niveles similares a los de los países del entorno.

Mejora de los instrumentos financieros, con el apoyo del Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas.

Fomentar la RSC, pero siempre desde la voluntariedad y la unidad de mercado.

Aumento de la inversión en I+D+I, sobre todo del sector privado.

Necesidad de alcanzar un pacto de estado en materia de política industrial.

Impulsar la inversión y la colaboración público privada en la construcción de infraestructuras y favorecer la nueva construcción de viviendas previendo la disminución del stock de vivienda nueva.

Un pacto nacional por la sanidad, en el que se apoye un sistema público, universal y de financiación pública, cuya planificación y evaluación sean competencia de las administraciones, reclamando una revisión total del sistema de dependencia.

Por último, fomentar la gestión de la igualdad como una cuestión estratégica y un factor de competitividad.

En definitiva, unas aportaciones positivas con reformas constructivas,que contribuyan a fortalecer la economía y derivar este país hacia un cambio prudente, sensato y necesario.

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