Opinión

La supervivencia del rural

Sí, supervivencia pura y dura en un contexto demográfico en caída libre que afecta de una forma brutal a la inmensa mayoría de los concellos gallegos de menos de 5.000 habitantes y especialmente agravado en provincias como la nuestra, Ourense,con 2.599 núcleos de población y 3.691 entidades singulares y con una población diseminada que deriva en que cientos de pueblos no lleguen a estar compuestos por mas de 3 vecinos. Todo ello agravado con un envejecimiento de la población que nos lleva también a tener una edad media de 50 años, la provincia con la edad media mas alta de Galicia.

Los condicionantes económicos, la falta de un cambio de tejido productivo que ayudase a fijar población y las erróneas políticas económicas y de territorio aplicadas solo han contribuido a agravar aún más el problema del "interior del interior "de nuestra comunidad. Por esto mismo y ante la dramática situación que desde hace tiempo vive el sector lácteo gallego, un activo estratégico de nuestra economía, del que dependen miles de familias y el futuro de nuestro medio rural, me identifico plenamente con las reivindicaciones de nuestros ganaderos.

Galicia debe apostar de forma clara y contundente por garantizar el futuro del sector lácteo gallego para que, definitivamente, se convierta en un pilar fundamental de nuestra economía, que genere la riqueza y el valor añadido necesarios para el bienestar y la dignidad de los productores y sus familias. Ya se han cometidos innumerables errores y despropósitos con nuestra población en los núcleos rurales. Ya es hora de poner soluciones viables y con retorno encima de la mesa ante la cascada interminable de cierres de actividades agrícolas ,ganaderas y de un comercio local en el rural que día si y día también se evapora ante la falta de población y lógicamente de clientes.

Y una de estas posibles soluciones viene en la línea de potenciar dentro de los ayuntamientos mas reducidos ,en cuanto a población se refiere ,en aglutinar y focalizar los servicios públicos y privados en los núcleos de población con mayores posibilidades económicas y sociales buscando así su viabilidad y permanencia en el tiempo. En definitiva Ourense no puede seguir sumida en un espejismo virtual a través de un camino errático. O cambiamos o nos quedamos en el camino, y esto ultimo todos y todas lo sabemos.

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