La adicción por el lanzamiento de tres ha hecho pensar a muchos aficionados en una posible desaparición del "center", cuando no es así. En tal caso su reinvención. Incluso quienes les descartan de sus formaciones tienen sus dudas. Steve Kerr, para quien no es ni mucho menos básico tener un pívot puro en su "Quinteto de la muerte", acaba de elegir con el 2º "pick" del draft a James Wiseman, catalogado como el mejor center de esta clase 2020. Su colega Mike D´Antoni, capaz de formar con un quinteto sin un jugador de más de dos metros, pero, con dudas: "No sabemos como funcionará. Pienso que es la mejor manera de jugar. Ya veremos. Si no es así, nos ajustaremos a otro estilo de juego". Los resultados marcaran el camino.
Otra cosa es la reinvención de aquel "poste" más clásico, de corte físico, tosco, defensivo ("Pívots, a vosotros os pasarán los tableros", axioma en los patios del Ramiro de Maeztu) hacia un nuevo pívot más móvil.
Cualquiera que sea su rango, siempre son necesarios. Más todavía para un COB donde los malos resultados compiten con las malas sensaciones que deja un juego interior donde el semblante de sus protagonistas, lejos de intimidar muestra unos agobiantes tonos grises. Color que significa nada en la escala de los colores.
Quizá sea cuestión de encaje en un estilo de juego o ajuste presupuestario. Lo cierto es que no hay rebote, carencia que según pasan los minutos produce una agobiante metástasis colectiva. Un puro contraste -según lo favorable o desfavorable del marcador- donde el equipo más cuerdo pasa a ser un temeroso pelotón.
Interpretando la reflexión de D´Antoni que va del "ya veremos..." al "si no cambiamos" hay que pensar más en tomar una determinación que mantener el desasosiego: Build Back Better/Reconstruir mejor (que fue lema de Joe Biden en su exitosa campaña).
