Casas de señores pasan a los labradores

Publicado: 23 feb 2025 - 02:03

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Galicia es un país de huertas. Una cuestión, esta de la horticultura, que viene de antiguo. Ya el Diccionario de Madoz, de 1846, daba cuenta de la abundancia de huertos que existía en aquel entonces en las ciudades, pueblos y aldeas de Galicia. La mayoría de las familias, de prácticamente todas las clases sociales, obtenía provecho de una pequeña producción de verduras y frutas, además de algunas docenas de huevos procedentes de corralitos precariamente instalados en cualquier recanto. Algunas veces, se les daba licencia a las gallinas para picotear por entre los tacos a su antojo. Disfrutaba de esta posibilidad, el 65 por ciento de la población activa que, en 1930, se dedicaba a la agricultura, cifra aportada por Ramón Villares en su historia de Galicia. Pero también poseían pequeñas parcelas, aunque se dedicaran fundamentalmente a otros menesteres, muchos integrantes de la pequeña burguesía urbana y vilega, y también los obreros, artesanos, canteros, jornaleros, etc. Con esto, -de lo que nada sabía la estadística oficial- el porcentaje de quienes se beneficiaban del producto de sus pequeños huertos, amén de las enjundias del cerdo, animales alimentados en sus reducidos predios y, complementariamente, en los montes cercanos, cuando abundaban en ellos robles y castaños, puesto que con los eucaliptos que los sustituyeron, algunas décadas más tarde, esto último ya no fue posible en muchas montañas.

El otro estamento que percibía enjundiosas rentas prácticamente había desaparecido, por la pérdida de las rentas forales por lo que recibió una pequeña indemnización

La pequeña propiedad rústica mantuvo una gran capacidad de resistencia. A lo largo de la centuria decimonónica, las propiedades y rentas de la Iglesia menguaron. Después, en los años veinte y treinta, el otro estamento que percibía enjundiosas rentas prácticamente había desaparecido, por la pérdida de las rentas forales por lo que recibió una pequeña indemnización. El caso es que no fue sustituida por una burguesía agraria, sino por un mar de pequeños y medianos campesinos, mayoritariamente propietarios. “Las casas de los señores pasan a manos de los labradores”, sentencia un paisano, en una viñeta pergeñada por Castelao.

El campesinado demostró, pues, una notable fortaleza. Pervivió en buena medida, a pesar de que desde hace varias décadas se ha ido desdibujando la agricultura minifundista de policultivo de supervivencia. En nuestros días, proliferan en el paisaje rural fincas sin cultivar, o dedicadas a la producción de maíz y patatas previstas para forraje de los animales domésticos. Pero en las proximidades de los núcleos de población, aparecen entremezcladas huertas, en algunos casos provistas de invernaderos.

El capitalismo no penetró en el campo, o lo hizo en escasa medida. Prefirió explotarlo desde la intermediación. Contrariamente a las previsiones del marxismo, aplicadas en los análisis de Beiras, López-Suevos y Albino Prada, las relaciones de producción capitalistas, basadas en la asalarización y la producción para el mercado, solo se pusieron de manifiesto de modo eminente y con ropaje cooperativista (Franqueira) en las granjas porcinas y avícolas.

Muchos campesinos de toda la vida reorientaron sus explotaciones decantándose por la ganadería. Se especializaron sobre todo en la producción de leche (adquirieron para ello vacas frisonas en detrimento de la vaca marela polivalente de siempre. Una parte relevante del sector desapareció (la reducción fue realmente espectacular). También, en menor medida, hubo una porción que se consagró a la producción de carne de vacuno. Todos ellos -los supervivientes- tuvieron que esforzarse en modernizar y racionalizar considerablemente sus explotaciones. El capitalismo de verdad compareció, pues, bajo la forma de empresas lácteas, y de grandes superficies comerciales (y mataderos industriales, para la carne) a las que les resultaba más rentable limitarse a adquirir la leche a precios mínimos, que crear trabajosas empresas de producción lechera.

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