Opinión

La Bolsa y el bolsillo

La palabra maldita del momento es recesión, todo el mundo huye de ella como de la peste, que si está en marcha, que si no, que si tranquilos que esta crisis es sólo financiera... La economía real, según el Gobierno, está fuerte, las bolsas son las que tienen problemas. Mientras no vendes no pierdes, repiten; hay que aguantar sin vender. Es cierto. Mientras no vendes tus acciones de lo que sea, pocas o muchas, tienes las mismas tanto si la bolsa va bien como si va mal. Ya escampará. Siempre lo hace. Pero en las bolsas ya no está sólo el gran dinero, ni sólo la especulación, las bolsas ya no son sólo un juego de ricos ociosos. Bolsa y bolsillo se han hermanado en esta era de la globalización, las bolsas son también el refugio del ahorro familiar. Y no todas las familias pueden aguantar el tirón sin ’vender’.


El drama de cualquier crisis económica de cualquier naturaleza, ’financiera’ o ’real’, es siempre para las economías más débiles, en el caso de la crisis que ahora tenemos encima, para el pequeño ahorrador, que es el que siempre acaba necesitando el dinero, para los modestos ahorradores que no pueden aguantar y tienen que vender. 8.000 euros por ahorrador en un mes nos ha costado esta crisis que según el Gobierno es sólo de las bolsas, y eso sin contar otros valores como por ejemplo los inmobiliarios, sólo ’en dinero’. La crisis, como dicen, será ’de las bolsas’, pero los españoles hoy somos 8.000 euros de media más pobres que hace un mes, tenemos 8.000 euros contantes y sonantes menos por ahorrador que el mes pasado. ¿Cómo no va a notarlo la economía real? La cesta de la compra, la hipoteca, el colegio de los hijos, incluso la peluquería, ¿pero cómo no lo van a notar? Hay turbulencias, pero la economía española es un barco seguro, tranquilos, repite el Gobierno. Es natural que pida tranquilidad. Las profecías económicas suelen autocumplirse, si creemos que irá bien, irá bien, si creemos que irá mal, acaba yendo mal. El secreto de la economía es la confianza, si confiamos en que irá bien invertimos y consumimos, si no, no. El Gobierno sostiene que, de momento, lo único que se ha desacelerado es la construcción, y que eso no tiene por qué ser malo ya que estaba demasiado acelerada y le viene bien una purga. Pero la carestía de la vida es real. El índice de confianza en la economía ha caído veinte puntos en tan sólo ocho meses. Y la tesis del PP de que el Gobierno ha dejado la nave al pairo en vez de atarse al timón porque hay elecciones se está extendiendo como una mancha de aceite.

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