Opinión

Fiesta de Santa Lucía de Rairo

Es la fiesta que cierra el ciclo festivo de la ciudad de Ourense y de las parroquias de sus alrededores. Rairo perteneció a la parroquia de la Santísima Trinidad. Era uno de los lugares de afuera de la parroquia de la Trinidad. En el pueblo no había más que una pequeña capilla dedicada a Santa Lucía. Se trata de un ejemplar del siglo XV hoy muy reformado. Algunos años, la novena se hacía en la parroquia de la Santísima Trinidad y la pagaban los devotos. Por lo general se llevaba la imagen en la procesión la víspera de la fiesta hasta la capilla de Rairo, para allí hacerle la misa de la fiesta al día siguiente. Como el camino era malo antes de abrir la carretera que va al Cumial pasando por Regueiro Fozado, Zaín y las Curuxeiras. La procesión se componía de dos partes: La primera iba hasta el comienzo del Camino Viejo del Posío. En este tramo la procesión discurría con mucho orden acompañada por un gaitero, presidida por el párroco de la Trinidad, asistido por el sacristán y por los monaguillos portadores de la cruz y de los faroles. Era una procesión más rural y sencilla que la de San Lázaro dado que no iban en ella los representantes de la Corporación Municipal. En esta procesión sólo participaban los devotos de Rairo y de la Santísima Trinidad. En el Camino Viejo del Posío comenzaba la segunda parte de la procesión. En este lugar el abad quitaba la capa roja y metían en un cesto la imagen de la Santa para evitar posibles averías. Antes de llegar a Rairo se volvía a formar la procesión para dejar la imagen de su capilla. El día de la fiesta había misa cantada y por la tarde baile en la pequeña plaza del pueblo. Asistían muchas personas de Seixalbo y de Santa Marina del Monte. El camino a la entrada de Rairo estaba recubierto de tojos extendidos encima para hacer estiércol. Yo recuerdo en mi pueblo estar todos los caminos de esta forma para poder mejor abonar las fincas.


En el terreno que rodea la capilla, llamado recio o ’aira’ no se podía dar un paso por la concurrencia de gentes que allí se concentraban. Al lado de la capilla estaba el palco de la música y allí se hacía el baile. Pegadas a las casas se ponían los puestos de las ’rosquilleiras’ y las ’castañeiras’ y los vendedores de luces de Allariz.


Las tabernas estaban situadas en los bajos de las viviendas. La fiesta se desarrollaba con el natural desorden de estas juntanzas. Había cantigas, gritos, aturuxos y vasos de vino. Casi siempre había peleas de los mozos de un pueblo contra los de otros por culpa de alguna moza que era pretendida por dos o más. Las mozas de Rairo le daban palabra a dos y esta era la causa de las peleas. Al comenzar las peleas la mayoría de las gentes regresaban para el Posío. La fiesta de Santa Lucía era la fiesta de las castañas y del vino nuevo.



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