La transferencia de poderes desarrollada desde el 20-N ha sido calificada de modélica, estupenda, correcta; casi se escuchó un 'que se besen'. Las palabras del candidato Rajoy dedicadas al presidente saliente en el discurso de investidura fueron, según algunos, generosas y de una caballerosidad manifiesta. Es de suponer que se contarán, se explicarán, 'la letra menuda' de cuantos asuntos incumben a la gobernación de España, y de manera muy especial todos los temas referentes a su situación económica. Por otra parte, el partido entrante lleva gobernando en muchas comunidades desde el 22 de mayo último, y es de suponer que el presidente del mismo haya tenido conocimiento de las distintas cuentas comunitarias con tiempo suficiente para evaluar la situación real de sus predios políticos. En el discurso de investidura se manejó la cifra de un déficit del seis por ciento y se estableció la valoración de unos diez mil millones de euros más por cada punto de porcentaje que lo excediera. La vicepresidenta económica asentía con su gesto las cifras expuestas por el candidato a presidente, que cuantificó en algo más de 16.000 millones de euros la cifra a ahorrar en el 2012 para ajustarnos al mandato de la UE.
Pasaron los días y todos los españoles nos sorprendimos. La Administración saliente había engañado a los bisoños miembros del nuevo Ejecutivo o éste, con su presidente al frente, se había dejado engañar para, entre todos, tomarnos el pelo. ¡Horror! el déficit era algo superior al ocho por ciento y la cifra a ahorrar superaba, ahora, los 40.000 millones de euros. Resultado: los ejercicios presupuestarios de 2008, 2009, 2010 y 2011 no están debidamente consolidados, no hay presupuesto para 2012 y el prorrogado de 2011 es un cachondeo, discúlpenme el calificativo, en el que las cifras previstas corresponden más a pronósticos de la lotería primitiva que a estimaciones serias. Algunos ministros del nuevo gabinete deberían aprender de su cauto presidente y cerrar la boquita o abrirla para decir lo mismo. En los últimos días han vuelto a salir vídeos de unos y otros para echarse la culpa mutua. Mientras nos llega el varapalo de S&P, nos baja la nota y anuncia que la llamada 'eurozona' tiene un 40% de posibilidades de entrar en recesión.
Menos mal que Rajoy, que ya habla y bien, según parece, dice: 'El Gobierno sabe qué hacer para mejorar la reputación de España'. Me recuerda al chiste relacionado con una boda de trapío y una supuesta recatada. ¡Que la Providencia nos ayude! Mientras, los responsables del descalabro electoral socialista pretenden seguir en el machito y reengancharse a la poltrona. La señora Chacón y el señor Rubalcaba, titulares de carteras importantes en el Gobierno de la debacle socialista, se apuntan al bombardeo de sus bases y se postulan como los llamados a recuperar el chollo perdido. Se han olvidado de lo que dice el artículo 108 de la Constitución: 'El Gobierno responde solidariamente en su gestión política ante el Congreso de los Diputados'. Ellos también son responsables de la situación del honrado PSOE, ¿o no?
