Opinión

Gallardón, evolución al poder

Eres alto y delgado como tu padre moreno y salado!... ¡pero tienes bigote como tu madre, moreno y salado!... ¡bendita sea la rama que al tronco sale moreno y saladooooooooo, que al tronco saleeeeee! Algo así cantaban los miembros y miembras de los primeros años de vida no hace tanto tiempo. Hay brotes verdes de esperanza que mejoran los troncos familiares sanguíneos y políticos. Por un plato de lentejas alguien vendió algo que yo me sé. Con valentía y parte del apellido, el joven Alberto, la promesa leal del PP-centro esquina a generalísimo -es un decir, quería citar Goya o Génova- ha cumplido con el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica y, como Fuenteovejuna, han votado todos a una -una vez aceptado ser candidato a alcalde de Madrid en las futuras elecciones-, la justa y progresista propuesta de Izquierda Unida en sentido contrario a las apreciaciones del Tebib Arrumi, personaje de sobra conocido por don Alberto, su padre y su suegro. Es posible que la práctica máxima-refrán de ‘el muerto al hoyo y el vivo al bollo’ sea un eslogan muy acertado en la campaña local del señor Gallardón.


Felicito al PSOE de Madrid, que puede tener, dentro del arte de lo posible, más fácil su victoria tras la manifestada lealtad y entereza del gallardo Gallardón, que se empezó a hacer mayor, responsable y casi respetable en la cosecha del 78. Dos colegas de don Alberto no votaron por estar tomando café, no sé si un manchao, un cortao o uno con mala leche. ¡Puaf!

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