Opinión

La obamanía, 'yes, we can'

Obama ha cumplido el sueño americano con el ‘sí, nosotros podemos’. Sus abuelos maternos eran trabajadores. El gobierno les envió a Hawai, después de entrar en el ejército, donde nació su hija Ann Duham -madre de Obama-, y estudiando antropología en la Universidad de Hawai, conoció a Barack Obama de Kenia, de una familia de pastores, de gran inteligencia y oratoria excelentes. Al independizarse Kenia lo enviaron a Estados Unidos con una beca. Fue a la Universidad de Hawai, donde conoció a Ann, que con 18 años se casó con él. El 4 de agosto de 1961 nació Barack Hussein Obama en Honolulú, Barack significa en suahili ‘el que ha sido bendecido’. Profético. Le llamaron ‘Barry’. Sus padres se divorciaron cuando tenía tres años. El padre se fue a Kenia, se casó dos veces más y tuvo varios hijos. Falleció en un accidente de tráfico en 1982, con su carrera política frustrada.


Su madre Ann, siempre le habló bien de su padre, se casó con un indonesio y tuvo una hija, Maya. Barack Obama ha comentado de su famila: ‘Siete hermanos kenianos por parte de padre; una hermana indonesia, por parte de madre -casada con un chino canadiense- y su abuela Madelyn, blanca como la leche. Si nos reuniéramos, pareceríamos las Naciones Unidas’. Tenía Obama 6 años, y se trasladaron a Yakarta. Estudió en las escuelas locales, después lo enviaron a Estados Unidos, con la abuela Madelyn, a quien Barak consideró siempre ‘una de las personas más importantes de mi vida’. Ann falleció de cáncer en 1995 en Indonesia. Obama estudió en Los Ángeles dos años, jugó al baloncesto, pero destacó como magnífico estudiante, y con 29 años se fue a Nueva York, a la Universidad de Columbia, donde se licenció en Ciencas Políticas en 1983. A Nueva York lo consideraba un entorno hostil, estuvo como un monje en la biblioteca, sin relacionarse con nadie. Recién licenciado encontró trabajo como consultor, teniendo un despacho, una secretaria y dinero. Un anuncio en el ‘Times’ que puso un asistente social para desempleados -casi todos de color- con un equipo blanco, deseaba un negro y le dio el trabajo. ‘Cuando me vi con Barack, en lugar de entrevistarlo yo, fue él quien me entrevistó a mí’, ha dicho Gerald del joven entusiasta y magnético. Lo que más le enfada a Obama es la injusticia. Allí conoció los prejuicios raciales que él no había vivido. Fue a Chicago y comenzó en política. Dejó su trabajo social y visitó Kenia, conociendo a su familia paterna. Le hicieron una fotografía vestido con el traje somalí, que a poco le cuesta la carrera política. Se graduó en la Universidad de Harvard en Derecho, ‘magna cum laude’, con el título de doctor en Jurisprudencia. Convencido de que había que cambiar el mundo, cambiando las leyes que lo regían, fue el primer afroamericano elegido presidente de la prestigiosa revista ‘Harvard Law Reviw’. Volvió a Chicago, donde conoció a Michelle, una ejecutiva licenciada en sociología en la Universidad de Princeton y en derecho en Harvard. Alta, delgada y muy inteligente, trabajando en la firma de abogados Sidley & Austin, se encargó de dirigir a un becario hawaiano llamado Barak Obama, que pasó de ver ‘un tipo negro con buen pico’, a enamorarse ambos y casarse, teniendo dos hijas, siendo felices y comiendo perdices. Creemos que va a ser un ejemplo a imitar.



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