Horrible, repugnante y previsible; en un mundo subyugado por el odio, donde la venganza es un sentimiento dominante en las mentes más débiles, entra dentro de lo esperado el cruel asesinato de Muamar el Gadafi. Era un dictador sin escrúpulos, fue un líder indiscutible, un revolucionario sangriento, un sátrapa del siglo XX; odiado, temido, idolatrado, admirado, mimado y condenado. Muchos líderes occidentales lo acogieron con honores, otros recibieron generosas dádivas de sus manos, la mayoría esperaba firmar con él sustanciosos contratos para obtener suculentos beneficios. Pero, sin duda, todos en el fondo lo despreciaban, nadie lo quería, lo soportaban por interés, por cuestiones de Estado, por ser un mal necesario. Solo su clan, su tribu, lo defendió hasta el final y pagaron por ello las consecuencias. Un triste final para un clown con poder; su familia diezmada, perseguida, abandonado por muchos falsos leales, condenado por la comunidad internacional, su 'quimérico imperio' bombardeado y destruido. Probablemente, como todo dictador, su mente no comprendió que el final de su tiranía había llegado, que cuando cayeron sus congéneres Ben Ali, en Túnez, o Mubarak, en Egipto, la suya era solo cuestión de tiempo.
La OTAN ha bombardeado indiscriminadamente las ciudades que se habían mantenido fieles al dictador, son cientos las víctimas de Sirte, de Trípoli?, es injustificable el intervencionismo selectivo de las fuerzas del pacto atlántico. ¿Qué pasa con Siria, con Arabia Saudita, con los Emiratos Árabes Unidos, con Yemen, con Baréin? ¿Es que en esos países hay democracia? ¿Es que esas dictaduras no oprimen a los pueblos? ¿Se respetan los derechos humanos? Hipocresía e interés, que es lo que realmente mueve al mundo y ahora le había tocado a Libia.
¿Donde estaba el amigo Berlusconi, que llegó a comprometer al Estado italiano en la defensa de la familia de Gadafi, cuando este tenía poder? ¿Ha tenido descendencia el brioso corcel regalado, en su día, al expresidente Aznar? No he visto ni oído palabras de condolencia del insigne político español. ¿Qué ha pasado con los aliados africanos del generoso sátrapa?
Obama y Hillary Clinton hablan de éxitos en Iraq y Libia .¿Son conscientes de que los cambios han traído un avance hacía estados confesionales donde la sharia se convierte en el pilar de las nuevas constituciones? ¿Saben lo que está pasando con los coptos en Egipto, con la persecución de los caldeos en Iraq? Democracia en el islam puede significar más integrismo e incluso la puerta a la teocracia (no olvidemos que el actual régimen iraní nace de una revolución democrática) y menos laicismo, igualdad y derechos. Es realmente difícil de entender que en Argelia y Turquía hayan sido el ejército y la judicatura quienes han opuesto resistencia al avance integrista, contradicciones y paradojas de la historia.
Lo que es evidente es que la muerte de Gadafi es un vulgar linchamiento tolerado y consentido por la comunidad internacional, como en su día lo fue el ajusticiamiento de Sadam Husein. Sólo los que viven de la venganza alegran su corazón con el sufrimiento de sus enemigos, y las palabras de Hillary Clinton son las de una persona sin sentimientos ni compasión que indican que el odio y el mal no tienen fronteras.
Escribió Ovidio: 'No se puede lograr que retorne el agua que pasó, ni reclamar que vuelva la hora pretérita'. Y me permito añadir: aprendamos de los errores y hagamos un mundo mejor donde el agua y el tiempo sean bienes de toda la humanidad.
