El historiador Ben Wilson autor de “Metrópolis” a la pregunta ¿qué hace falta para destruir una ciudad? da cuatro respuestas: a) Ocupación. b) Bombardeo sistemático c) Guerra total d) Genocidio y deportación en masa. Este procedimiento se aplicó con devastadores resultados en la II Guerra Mundial en las ciudades de Varsovia, Leningrado, Stalingrado… y en varias ciudades alemanas e inglesas, sin olvidar la ciudad de Guernica en España destruida por la Legión Cóndor alemana y la Legión Legionaria italiana en 1937. En la actualidad la destrucción de urbes la está haciendo el ejército ruso en Ucrania, sin remordimientos éticos ni morales, lo único que importa es la victoria. Recientemente se aplicó en Chechenia, en Yemen, en Alepo, en Homs, en Beirut … Y en la antigüedad en Nínive, en Numancia, en Sagunto, en Cartago….
Mola fue un firme defensor del terror total para controlar el territorio y por lo tanto el poder, su cruel frase: “Eliminar sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros”, sembró los campos de España de miles de cadáveres de inocentes pues la “mula” (así le llamaba Neruda) exigía la eliminación de “los otros”. Además había un precedente bendecido por Iglesia: La aniquilación de los cátaros y albigenses por los ejércitos de los Capetos aliados con el Papa Inocencio III. Que también pronunció una frase que se hizo célebre: “Alguien pregunta cómo distinguir a los buenos católicos de los perversos cátaros algo que Amaury (fraile herético perteneciente a los Frailes de Libre espíritu”) contesta matarlos a todos pues Dios ya conoce a los suyos”
¿Eran tan chapuceros los golpistas del 23- F como indican los errores cometidos en las listas de “los peligrosos izquierdistas” que había que controlar y eliminar? Faltan conocidos ciudadanos comprometidos públicamente con las libertades y la democracia. Hay equivocaciones inexplicables llegando a atribuirle algunos una militancia que no les correspondía, destacando el caso de Manuel Rego Nieto al que se le inculpa de socialista cuando es notorio su compromiso con el partido Carlista y con el franquismo, concretamente con el aspirante a la corona Hugo de Borbón y Parma, aunque hay que reconocerle a Rego su participación en la Junta Democrática y posteriormente en la Asamblea Nacional Popular Galega. A otros se le atribuye la posesión de armas y una peligrosidad que no correspondía en absoluto con su perfil de defensor de la paz y la convivencia como es el caso de Juan Manuel Iglesias Rivera.
La no inclusión de significados militantes de la izquierda en la lista publicada hace sospechar de la existencia de otra lista oculta donde la represión sería más clandestina. ¿Cómo pueden olvidarse de Camilo de Dios antiguo guerrillero militante del Partido Comunista, torturado y condenado a prisión por el régimen franquista? El Viejo Milenario no entiende que no figuren en la relación sus antiguos camaradas Paco López Cambeses y Carlos López Polo miembros del Comité Provincial del PCG. José Liceras Miranda ginecólogo de reconocido prestigio, candidato comunista al Congreso y al Senado y defensor de los derechos de la mujer. El conocido abogado Alfonso Pazos Bande letrado defensor de opositores al franquismo y militante del PCI. Agustín Perianes activista comunista. Jesús Docampo Mosquera sacerdote secularizado y militante del MC. El anarquista Félix Vilar, antiguo enlace de la guerrilla con el PCE. El veterano comunista José Díaz enviado a España desde Canadá, vía Cuba, siguiendo instrucciones del Partido. El “Padre Silva” luchador incansable de los derechos del menor.
La democracia es tan resiliente que los defensores del totalitarismo no dudan en destruir viviendas, lugares de trabajo, asesinando a disidentes, llegando a borrar del mapa las ciudades más hostiles sin importarles el número de víctimas ni los efectos colaterales.. Afortunadamente los golpistas del 23 F eran chapuceros, aunque peligrosos, (la existencia de listas así lo confirma).
