Opinión

La pirámide del crimen

La lucha entre el corazón y la razón forma parte del ciclo vital, reconocía el Viejo Milenario. Era consciente de que había llegado el momento de resolver la ecuación que aplazó toda su vida. El tiempo se acaba y no ha lugar a huir de lo inevitable. Reiteradamente se hacía las preguntas cuyas respuestas le mortificaban: ¿Estaba satisfecho de haber existido? ¿Somos los seres vivos algo más que polvo estelar? ¿Existe algún ser humano que crea racionalmente en la vida eterna conservando el YO?

“Según se vive se muere” no es un aforismo más, es la realidad intangible. La sociedad moderna está cada vez más preocupada por mantener la vida, gozarla y disfrutarla eternamente sin dolor ni preocupaciones y, en su megalomanía, llega a creer que rodear al moribundo de técnicas ultramodernas, ayudas médicas, robotización… bastará para que ese momento culmen de la libertad y de la soledad sea más digno. La muerte es el último acto en el que se realiza total y libremente la existencia, solución insatisfactoria ya que lo finito no abarca lo perpetuo. 

 Un suave pitido interrumpe su reflexión, el WhatsApp le comunica la entrada de un mensaje, el remitente es otro Viejo que ha resuelto su ecuación utilizando algoritmos orientales desprovistos de enojosos ritos. El texto enviado era la relación de los quinientos gallegos que debían ser “controlados” tras el golpe de Estado del 23-F. El Viejo conocía la existencia del documento y su inclusión como maestro comunista; el golpe fue preparado minuciosamente por poderes económicos vinculados al viejo régimen con la anuencia de la Jefatura del Estado y ejecutado por los sectores más fascistas del Ejército. 

El Viejo Milenario cree que es el momento histórico de hacer público el nombre de los demócratas que hubieran sido ejecutados por los facinerosos golpistas que pretendían La continuidad del franquismo liderado por un rey inmoral y corrupto:

Lista publicada por el historiador Carlos Fernández Santander, se reproducen los que figuran en la provincia de Ourense, de los 500 de Galicia: Aguirre Rivas, José, comunista; Alonso Montero, Jesús, comunista radical, profesor del instituto en Vigo; Alonso Vázquez, Carmen, comunista; Álvarez Gundín, Rosario, nacionalista; Álvarez Pousa, Luis, periodista en La Voz de Galicia; Bellet Celard, Pedro, comunista; Blanco Gómez, Ramón, dirigente socialista, ugetista; Conde Cid, Alfredo, escritor y profesor, militante socialista; Díaz Núñez, Luis, socialista; Diéguez Celayeta, José, nacionalista radical; Encinas Diéguez, Carmen, socialista; García López, Juan, militante nacionalista radical; García Vázquez, Manuel, escultor, conocido por Buciños; Gondar Rey, Fernando, izquierdista radical; González, Blanca, profesora del Instituto de Ourense, galleguista revolucionaria; González Teijeira, Carmen, profesora, nacionalista radical; Heredero del Campo, Jesús, joven comunista; Iglesias Rivera, Juan Manuel, abogado laboralista, socialista, posee armas; Iglesias Sueiro, Gonzalo, maestro comunista; López Morais, Anselmo, socialista; López de la Torre, Rafael, socialista; Manzano, Acisclo, escultor coruñés, simpatizante comunista; Montoto, Vicente, comunista radical; Montero Rodríguez, Celso, sacerdote, senador socialista; Nogueira Calvo, José Ramón, militante nacionalista; Peña Rey, Manuel, médico, dirigente comunista; Pérez López, Fernando, profesor de Instituto, nacionalista radical; Perille, Andrés, comerciante socialista; Puga Rodríguez, Eustaquio, médico socialista; Quesada, Jaime, pintor comunista; Redondo Abuín, Jesús, comunista, dirigente de CCOO; Rego Nieto, Manuel, abogado, dirigente comunista; Rodríguez, Antonio, diputado socialista, secretario del PSOE gallego; Rodríguez González, Antonio, comunista, Sánchez Rivero, Antonio, empleado comercio, nacionalista radical; Seoane Encinas, Marta, comunista; Tabares Feijóo, Norberto, dirigente del Bloque; Tesouro Rodríguez, Inmaculada, maestra radical comunista; Varela, Diego, comunista; Veiga Pombo, Manuel, socialista; Villar Fernández, Manuel, empleado de banca, socialista; Casares Mouriño, Carlos, profesor de Instituto en Vigo, socialista galleguista; Villarino, Lola, comunista de Santiago.

La relación tiene errores, no figuran todos los que serían eliminados y hay inclusiones chapuceras, lo que pone en evidencia la falta de rigor de los emuladores del golpe militar del 36.

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