Opinión

Spencer, saharauis y Marruecos

El polímata Herbert Spencer, autor del libro “La justicia” que, entre otros temas, trata de la naturaleza del Estado, afirma que la mayoría de la gente está convencida que hay una sola concepción de éste, mientras que otros ciudadanos reconocen que las sociedades evolucionan por lo que se puede afirmar que tiene naturalezas esencialmente diferentes según el lugar y el tiempo. La filosofía política de Spencer es defendida tanto por los que creen que los ciudadanos son dueños de su destino, rechazando por lo tanto la interferencia del Estado; como por los que defienden que el desarrollo social requiere de un Estado fuerte e intervencionista. El Viejo Milenario respeta la dicotomía de Spencer y cree que el Gobierno de España debe mostrar independencia soberana del Estado español ante el Reino de Marruecos.

El Viejo Milenario siente profunda tristeza por el apoyo español al plan de autonomía del Sahara Occidental propuesto por Marruecos, recordándole al compañero Pedro Sánchez que han sido las bases socialistas las que han votado mayoritariamente su candidatura a la Secretaría General del PSOE, en contra de la opinión de los barones, entre otras cosas porque se comprometió a informar a las bases de los temas trascendentales y hoy parte de esa militancia no comparte, ni comprende el nuevo posicionamiento del Gobierno de España, que supone el abandono del pueblo saharaui. Con el agravante de que la decisión se ha tomado unilateralmente, sin el respaldo de las Cortes ni de los partidos que han apoyado a Sánchez como presidente del Gobierno. Además, esta decisión fortalece a Mohamed VI, un monarca corrupto y opresor de su pueblo, que no ha dudado en chantajear al Gobierno de España incitando a miles de jóvenes marroquíes y a desesperados subsaharianos a invadir la frontera española. En su megalomanía trata de emular a su padre, el sátrapa Hasan ll, que consiguió sus objetivos movilizando a miles de marroquíes en la denominada Marcha Verde para ocupar sin violencia la colonia española. Es un aliado inestable del que no se puede fiar, como se ha demostrado reiteradamente. 

¿Por qué España ha abandonado al pueblo saharaui? ¿Por qué se deja de apoyar la resolución de las Naciones Unidas sobre el referéndum de autodeterminación? ¿Por qué nos enfrentamos a Argelia en un momento de crisis energética, agravada por la invasión de Ucrania? ¿Qué pensarán los cientos de niños saharauis acogidos en periodo vacacional por familias españolas? ¿Cómo se les explicará a los miembros de esas familias? Las manifestaciones de la ex ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Layas, expresan con nitidez cual debía de ser la postura del Gobierno, respetando en todo caso la resolución de la ONU. ¿Cuáles fueron las razones de su fulminante cese?

Las teorías de Spencer permiten evaluar la relación del Estado con sus enemigos, pero lejos de la relación interesada de sus nuevos amigos. Argelia ha sido leal en sus relaciones con España, mientras Marruecos ha sido un escollo en la estabilidad de las ciudades de Ceuta y Melilla, objetivo irrenunciable del reino alauita, el tiempo lo confirmará.

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