Opinión

Demagogia y realidad incompatibles

Los últimos acontecimientos, abdicación del rey, dimisión de Rubalcaba, manifestaciones y partidos emergentes ponen en solfa lo que desde 1789 parecía inamovible, y nos retrotrae a ideologías que pensábamos que habían acabado el 4 de mayo de 1945 y el 9 de noviembre de 1989, lo que de nuevo pone en vigor el artículo de José Ortega y Gasset en "Crisol" el 9 de septiembre de 1931: "No es cuestión de la autenticidad de nuestra República, porque no es cuestión de contenido en los programas. El tiempo presente, y muy especialmente en España, tolera el programa más avanzado". Hoy sigue tolerando cualquier programa avanzado de: libertad; igualdad; respeto de todo tipo de vida; buscar la paz y mantenerla; no discriminar por sexo, religión; admitir cualquier ideología defendida con la palabra; poner todos los medios para erradicar la ignorancia; enseñar a pensar; ser consciente de los valores que ayudan a crear un mundo mejor; luchar por una sociedad basada en la ética; defender y difundir la cultura; aceptar toda creencia; cuidar el medio ambiente; respetar las minorías, y también las mayorías.

En definitiva, democracia. Para ello, los partidos y las fuerzas sociales tiene que cambiar y no sólo internamente o las caras, deben abandonar el sistema actual y la endogamia, adecuarse a lo que demandan los ciudadanos para no volver a repetir el final del citado artículo (cambiar República por Democracia): "Una cantidad inmensa de españoles que colaboraron con el advenimiento de la República, con su acción, con su voto o con lo que es más eficaz que todo esto, con su esperanza, se dicen ahora entre desasosegados y descontentos: '¡No es esto, no es esto!".

La desafección está iniciándose, ojalá que la demagogia y el dogmatismo no encubran la realidad que precisamos y deseamos. Se utilizan sofismas para cambiarla, dando la impresión de que se busca lo que decía Joseph Stalin: "La violencia es el único medio de lucha, y la sangre el carburante de la historia", en lugar de lo que pensaba Chesterton: "No puedes hacer una revolución para tener la democracia, debes tener la democracia para hacer una revolución".

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