Combustibles en nuestro territorio (uranio, hidrocarburos y gas) tenemos más que suficiente para no depender de otros en un elemento tan esencial como el energético. Si nos faltasen, se paralizaría prácticamente toda España.
Los yacimientos de gas -al que hay que acceder por “fracking”-, según estudios científicos podemos tener más de 3 billones de metros cúbicos que se encuentran en la franja norte, que se inicia en Asturias llegando alcanzar los Pirineos, y Burgos (en los años 60 se hicieron prospecciones), baja por la zona de Levante y, por último, lo encontramos en el final del Guadalquivir. No debemos olvidar lo que está en el límite de las aguas territoriales de Canarias con Marruecos.
Los yacimientos de uranio que hemos explotado -que aún pueden dar más-, los encontramos en Ciudad Rodrigo (Salamanca), Don Benito (Extremadura) y en Andújar (Jaén). El uranio sin explotar lo encontramos en la franja que va desde Salamanca hasta Huelva. Actualmente importamos un 38,7% de Rusia, un 22,3% de Canadá, un 19,5% de Níger, un 11% de Kazajistán, un 3,7% de Namibia, un 2,5% de Uzbekistán y un 2,3% de Australia, cuando con las reservas que tenemos podríamos ser autosuficientes.
Todo ello no es posible por la Ley de Cambio Climático (aprobada en mayo de 2021 en el Congreso), donde se prohíbe la exploración de hidrocarburos por “fracking” o la minería del uranio entre otros. El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) alertó de las consecuencias al paralizar los proyectos de exploración -y añado de la posible explotación- que nos ahorraría en el coste de las nucleares y por lo tanto en el de la energía.
Vivimos el alejamiento de países de la UE (Alemania, Francia, Dinamarca, Polonia, Hungría) de la Agenda 2030 y buscan su autoabastecimiento energético. Aquí en España, con los datos económicos malos, seguimos sin querer tener un “Plan energético” que nos proporcione energía barata.
Hablando de futuro, tengamos en cuenta la gran cantidad de minerales que son de gran utilidad en materiales avanzados, como los denominados de “tierras raras”. También tenemos gran cantidad de litio, usado en baterías de automóviles, camiones, teléfonos… que podría usarse como refrigerante en los reactores nucleares seguros.
