Opinión

Buenas personas

Recuerdo a Lalo García. Era el típico jugador que todo entrenador quiere, cualquier aficionado aprecia y él mismo se sabe ganar el respeto de compañeros y rivales para hacer carrera longeva al máximo nivel.
A Lalo García es imposible no ligarlo al Valladolid. En su caso tampoco dio opción. Lo comparo con Julio González en León, Sánchez Bernat en Murcia o Sony Vázquez en el COB. Todos  actores secundarios de americanos a nacionales de turno pero también con nivel para ser siempre protagonistas. Jugadores de club.


Duele ver a Porfirio Fisac llorando. Le tiene que costar superar el día a día cuando hace nada hablaba de jugadores que no podían entrenar por las mañanas porque no tenían nada para desayunar. Impresiona que con ese panorama se mantenga erre que erre en la pelea con los mejores. Quizá porqué él sea el mejor en esta Liga.
No tuvo que ser fácil para el Valladolid jugar el último partido pero lo sacó adelante. Con capacidad de sufrimiento, humildad, entrega, confianza, orgullo. Buenos valores que quedarán para siempre colgados en el techo del Pisuerga.


Jugadores que hacen presumir de equipo. Como el COB de esta temporada. Porque pase lo que pase en lo que queda de campaña la nota ya la tienen puesta. Un equipo que puede tener más o menos acierto pero nunca baja los brazos. Dejando la sensación de acomodamiento cuando el rival no lo exprime y la vez de tener nivel para triturar el mejor equipo de la liga.


Este COB es buen ejemplo. Inmejorable pilar sobre el que asentar un futuro fiable y creíble. Todos responden y nadie se esconde. Tocará darle las gracias desde la grada el día del primer partido del play off. Porque el deporte no admite granero y ese día tocará empezar otra vez de cero. Sabiendo que podría ser el último. Pase lo que pase en esa ronda y si llegasen otras, tocará ser agradecidos con todo lo bueno que han transmitido. Por hacer soñar de nuevo con el baloncesto. Gracias de antemano, ahora que la imagen más reciente no es pomposa. Con las victorias sonoras es más sencillo.


Gracias a Lalo García por inculcar siempre buenos valores. Por transmitir incluso tras su muerte que debemos ser mejores personas. Aunque solo esas puedan acabar así. Porque los hijos de puta no tienen mala conciencia. No se deprimen.

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