Opinión

Mucho debate, pero poca claridad legal

El PSOE convirtió este sábado su comité federal en un acto de apoyo a su secretario general: “Presidente, quédate, Pedro, quédate. Estamos contigo. Adelante”, dijo la vicepresidenta primera del Gobierno y número dos del PSOE. Mientras, miles de simpatizantes se reunían ante la sede socialista para respaldar al jefe del Ejecutivo y líder de su partido. Dice el diario El País que el progresismo intenta convencer al presidente de que siga para evitar “una crisis de resultado imprevisible en uno de los grandes bastiones de la socialdemocracia en todo el mundo”. Casi nada. Y desde Cataluña, el candidato socialista Illa –favorito en todas las encuestas– destaca el riesgo para la democracia de los que “intentan la conquista del poder al precio que sea”.

La incógnita sobre el futuro de Sánchez desconcierta incluso a la UE, si bien recibe la comprensión de altas instancias en Bruselas. Es más, socialdemócratas europeos salieron en defensa del presidente del Gobierno, mientras se especula con un posible futuro de Pedro Sánchez en Bruselas. Podría tener opción de ser el presidente del Consejo Europeo. No solo se dice en Bruselas: desde Londres, The Economist tilda a Sánchez de “drama king” (rey del drama) por su parón para “reflexionar” y, tras su carta a la ciudadanía, considera que “quizá realmente planea irse” a Bruselas, después de que se hayan abierto diligencias judiciales contra su mujer, Begoña Gómez, por corrupción y tráfico de influencias. Bloomberg Economics, otro medio económico internacional, sigue la estela de The Economist con un artículo titulado “Pedro Sánchez da cinco días a los españoles para que reflexionen cómo sería su vida sin él”.

El origen de semejante embrollo está en que el presidente del Gobierno denunció esta semana una campaña de acoso y derribo por parte de la derecha y la ultraderecha hacia él y su esposa, Begoña Gómez. Esta campaña estaría basada en mentiras difundidas por algunos medios de comunicación y amplificadas por denuncias falsas en los tribunales por parte de un pseudosindicato ultra, Manos Limpias. Y a raíz de la última denuncia admitida por un juez, Sánchez anunció que tomará unos días para reflexionar sobre su futuro como presidente. Es más, canceló su agenda pública hasta este lunes, 29 de abril.

Si bien no todo es decoroso, investigaciones periodísticas y de la fiscalía avanzan que no hay pruebas de que las actividades de Begoña Gómez hayan incurrido en un delito penal. Las denuncias basadas en informaciones de otros medios no aportarían pruebas de que sus actividades hayan influido en ayudas a empresas privadas. Pero lo cierto es que la reacción de Sánchez fue impulsiva, lo cual generó incertidumbre en el cuarto país de la zona euro, necesitado de una regeneración ética en el discurso público, la justicia y ciertos medios de comunicación.

El caso de la mujer de Pedro Sánchez es, sin duda, el más llamativo de la historia democrática española, pero no es el único. Sin embargo, ninguno de los grandes partidos, teniendo ambos casos muy cercanos, ha propuesto legislar al respecto, de modo que esté claro qué puede hacer y qué no puede hacer el entorno familiar de los presidentes de gobierno en España y en sus comunidades autónomas. Si lo hicieran, con claridad, millones de ciudadanos se ahorrarían las dudas que tienen y los mercados estarían más tranquilos.

@J_L_Gomez

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