Desde mi niñez recuerdo ese dicho tan popular:'Díjome el padre prior que bajéis a la viña a cavar y luego que subamos a comer'. Lo cierto es que en nuestra España querida son muchos los políticos que se apuntan a comer y a pronunciar discursos convirtiéndolos en simple parola insustancial, olvidándose de esas palabras imprescindibles para convencernos y que se llaman asertar y ejemplos. Es muy difícil creer en quienes pronuncian discursos alusivos a la crisis, al desempleo, a la pobreza, la miseria y el pauperismo cuando ellos perciben unos ingresos derivados de su actividad política no en consonancia con la economía de tantos compatriotas.
Aquí, en A Coruña, me fue facilitada la Memoria Anual del año 2009 de Cáritas Interparroquial. Su lectura me dejó impresionado y es de justicia elogiar a todos los que voluntariamente colaboran en esta santa labor de servir al prójimo. Pero he ahí que leyendo La Región del pasado día 28 de mi Ourense natal, se me puso la piel de gallina al ver la amplia información acerca de la labor de Cáritas en España. A modo de síntesis, se nos da cuenta de que Cáritas prestó ayuda a 800.000 necesitados en España en el año 2009; la Institución se nutre en su mayoría de pequeñas aportaciones. Las hay de 10 y 15 euros. Sumando todos los programas desarrollados por Cáritas, han sido 1.507.736 las personas atendidas en el suelo patrio. Según el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, y a la vista de datos oficiales, se cifran en el territorio nacional más de un 20 por ciento de las personas que viven en situación de pobreza.
Y haciendo la sencilla operación aritmética, teniendo en cuenta que según los últimos datos oficiales España cuenta con 46.745.807 habitantes, el 20 por ciento alcanza la penosa cifra de 9.349.161 que son los que viven en situación de pobreza. Ante este panorama, que según los analistas se vaticina que va a seguir en in crescendo, parece como si la sociedad estuviera anestesiada, con la sensibilidad perdida, ante esta situación traumática. Pero como decía al principio, ante la tragedia de los datos estadísticos de Cáritas, he leído en un periódico nacional la cifra de ingresos de 9 políticos famosos derivados de su actividad.
Hay una con 20.150 euros/mes (3.352.557 pesetas/mes). Otro, con 15.500 /2.578.890); 4 que superan con mucho los 10.000 (1.163.800) y en honor a la verdad cabe decir que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero percibe 6.500 euros/mes (1.081.470 pesetas) cosa más que razonable. Pero en la escala de las retribuciones de los 9 políticos, cabe resaltar que el que menos percibe es el presidente de nuestra comunidad Autónoma, Alberto Núñez Feijoo, con 5.966 euros/mes (equivalente a 992.733 pesetas) que entra dentro de lo más normal. El presidente de la comunidad Autónoma de Cataluña, José Montilla, gana más del doble que Feijoo (12.000 euros/mes -1.996.560 pesetas-). Cáritas practica la caridad, que en la religión cristiana es una de las virtudes teologales, o sea amar el prójimo como a nosotros mismos. En una España en crisis, con un panorama desolador de desempleo y pobreza, las percepciones económicas de nuestros políticos poco tienen de ejemplarizantes -salvo excepciones-. Parece como si la filosofía aplicable fueron los versos de Luis de Góngora: 'Ande yo caliente / y ríase la gente.../ Y de propia, discursitos.
