Leo visiblemente emocionado si bien algo escéptico también, que finalmente la Fiscalía de la Audiencia Nacional, un año después de que se produjeran los hechos, ha comprendido que los pitos al rey y a la bandera durante la final de Copa del pasado año pueden ser constitutivos de delito. Por eso recomienda al alto tribunal que abra procedimiento para juzgar dos posibles delitos. Injurias al titular de la Corona y ultraje a la enseña nacional. La fiscal que firma el escrito explica que por lo instruido hasta la fecha se puede afirmar que hubo una trama que se encargó de organizar esta manifestación por ser una ocasión inmejorable para dar a conocer la negativa de Cataluña y los catalanes a ser españoles. Y añade que se repartieron silbatos a la entrada del campo. La Fiscalía se ha tomado, de eso no cabe duda, su tiempo para llegar a conclusiones palmarias que se sabían incluso antes de que esta aberración –ante la que se mostraron insensibles e impávidos que es peor todos los organismos del fútbol nacional incluyendo la propia Real Federación- se perpetrara. Se pudieron tomar medidas serenas pero severas ante unos hechos convenientemente anunciados. Ha pasado un año desde entonces y pronto se jugará una nueva final de Copa con el Barcelona casi seguro protagonista que puede desembocar en un conflicto similar al que ahora se pretende someter a juicio. Estamos locos perdidos y no tenemos arreglo.
Ante algunas de las decisiones tomadas por Florentino Pérez como presidente del Real Madrid me he mostrado en franco desacuerdo pero en la que le legitima para no prestar su estadio para acoger otra burla a las instituciones, a los símbolos de todos y a la Corona estoy completamente de acuerdo. Hay por los platós de televisión un orate histérico llamado Cristóbal Soria –era delegado del Sevilla pero antes fue portero de discoteca y le volaron los dientes en una gresca- que se ufana de que en esta nueva final profanará el Santiago Bernabéu. El sujeto, que tiene muy mala fama en el mundillo futbolero, se quedará seguramente con las ganas porque no creo que el Madrid ceda para un nuevo y denigrante show. Si se va a producir y los que tienen que meterle mano al bochorno lo toleran, que se escenifique en otro sitio. El Madrid está en su derecho y yo estoy de acuerdo. Pero al final, lo de la Fiscalía quedará en nada como aquella cabeza de cochino en el verde del Camp Nou.
