Opinión

Dos personalidades

L a actualidad internacional, en estos días de verano en los que antes nunca pasaba nada, la conducen dos personajes latinoamericanos que, a pesar de sus evidentes distancias y sus inequívocas diferencias, una cosa sí tienen en común. Más vale no fiarse de ninguno de los dos porque ninguno de los dos tiene el más mínimo sentido de la honestidad y carecen de palabra. Neymar llamado junior para evitar equívocos, futbolista del Barcelona C.F hasta el momento de escribir estas líneas –la Liga de Fútbol ha optado por rechazar el aval de 222 millones de euros que los representantes del comprador Fondo de Qatar trataban de depositar ayer en sus dependencias para formalizar su traspaso al PSG- es un joven de temperamento inestable y abundantes caprichos que en lo concerniente a sus asuntos financieros se ha puesto en las manos pecadoras de su señor padre. Su padre, Neymar senior  también para evitar confusiones, es un avezado jugador de ventaja que tras sacarle un dineral al Barcelona  cobrando la mitad del traspaso de su hijo bajo cuerda planteando de paso varias causas con la Hacienda española, ha negociado su traspaso a un equipo de fútbol que en realidad es una franquicia propiedad a su vez de un consorcio con sede en Doha, que pertenece al gobierno de la nación. Como el gobierno de la nación es el emir  Hamad Al Zani, la sociedad es suya. El  primer ministro es su hermano Jalifa Al Zani y en el PSG tienen un propio que lo dirige como lo tienen en las líneas aéreas que controlan, en la televisión Al Jazira y en todo cuanto negocio les pertenece que es medio mundo. El llamado Neymar senior le proporciona ahora al Barcelona un dineral para romper el mercado y se queda con una fortuna por el camino. El padre de Ludwig van Beethoven explotó miserablemente a su hijo hasta que el genio tuvo uso de razón suficiente para mandarlo al carajo. Pero este no es el caso…
El otro latino de primerísimo actualidad es el guaguero Maduro que ha decidido morir matando y que está dispuesto a consolidar su dictadura sobre una pila de cadáveres. Este sujeto no es como Neymar senior que se las sabe todas y para los negocios es un águila, sino un analfabeto sin conciencia cuya única luz se la ofreció un pajarito en el que se había trasmutado el alma de su antecesor el presidente Chávez  cuya visita recibía todas las mañanas. Secuestrador de cuerpos y voluntades, zafio e inculto, iluminado y sin sentido alguno de lo bueno y lo malo, para Nicolás Maduro no cuenta quién debe caer en esta tragedia sin parangón en la que ha sumergido a su país. Neymar padre e hijo se bañarán en millones. Maduro ya se baña en sangre.

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